Daimler controlará el 57% del capital de la sociedad conjunta formada con Chrysler

El grupo alemán Daimler-Benz y la tercera firma automovilística estadounidense, Chrysler, sellaron ayer en un hotel de Londres los términos del acuerdo de la mayor fusión industrial de la historia. La nueva compañía, que nacerá con el nombre Daimler-Chrysler, suma una capitalización de 92.000 millones de dólares (13,8 billones de pesetas) y unas ventas anuales de 130.000 millones de dólares (19,5 billones de pesetas). Los presidentes de ambas compañías viajaron a Londres, donde ofrecieron una rueda de prensa para informar de los detalles de lo que calificaron como «matrimonio hecho en el cielo».

La nueva compañía tendrá dos oficinas centrales -en Stuttgart, base de Daimler, y en Detroit, morada de Chrysler- y dos presidentes, Juergen Schrempp, por parte alemana, y el estadounidense Robert Eaton. Al cabo de tres años, sin embargo, el actual presidente de Chrysler abandonará el consejo del conglomerado transatlántico.Schrempp presentó el proyecto como una transacción «entre iguales», aunque el reparto del accionario inclina la balanza en favor de Daimler, que controlará el 57% de la nueva compañía. Los accionistas de Chrysler recibirán 0,547 acciones de Daimler-Chrysler por cada acción del grupo estadounidense.

Por el contrario, las acciones de Daimler se cambiará en la porporción de una por otra de la nueva empresa, reflejando que, más que una fusión, se trata de una absorción por parte del grupo de ingeniería y propietario de la firma alemana de los lujosos automóviles Mercedes.

El gigante Daimler

Daimler engorda así un grupo que el pasado ejercicio facturó 124.050 millones de marcos (unos 10 billones de pesetas). Del total, 53.892 millones de marcos corresponden a turismos; 39.140 millones a vehículos industriales; 15.286 a la actividad aeroespacial y 15.498 a la de servicios. El resto, 7.555 millones de marcos, corresponde a empresas compartidas como la de material ferroviario, Adtranz Rail Systems (asociación al 50% con ABB), la de microelectrónica TEMIC y la de motores diesel, MTU.Los mercados financieros respondieron ayer positivamente (Daimler subió casi el 6% en Francfort) a la transacción que dará lugar al quinto fabricante de automóviles del mundo. En la clasificación mundial de producción, Daimler-Chrysler tan sólo será superada por General Motors, Ford, Toyota y Volkswagen. Los analistas ven con optimismo la fusión de las operaciones de dos grupos que apenas compiten en los mercados.

Sus gamas de modelos son complementarias. Mientras que Daimler se especializa en el sector de lujo y los vehículos comerciales, Chrysler, que fabrica coches populares, ha sabido aprovechar el auge del mercado estadounidense de furgonetas con caja de carga, los llamados pick ups. En el último ejercicio, Chrysler controló el 13% de las ventas en Estados Unidos.

Respecto a los obstáculos legales a ambos lados del Atlántico, los responsables del acuerdo esperan salvarlos sin mayores dificultades.

Las direcciones de las empresas fusionadas se han comprometido a mantener los 420.000 empleos que tienen conjuntamente. Pese al anuncio, los empleados de Chrysler siguen los acontecimientos con cierto nerviosismo, según testimonios recogidos por la agencia AFP. En España, el presidente de Mercedes-Benz, Carlos Espinosa de los Monteros, explicó que la fusión no afectará a la producción de la planta de Vitoria.