Artexpo intenta ampliar su público con un espacio dedicado a los artistas jóvenes
"De momento las expectativas son buenas, ahora veremos si se reflejan en el resultado final de ventas". Era una de las frases que más se oían en Artexpo, la feria de arte de Barcelona que ayer abrió sus puertas en el palacio número 1 del recinto ferial de Montjuïc. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, inauguró oficialmente ayer por la tarde la feria, que este año pretende ampliar su público con un pequeño espacio dedicado a los artistas jóvenes. Artexpo permanecerá abierto hasta el 11 de mayo.
Joan Clos llegó con una hora de retraso a la inauguración y permaneció en el recinto ferial aproximadamente cinco minutos. El tiempo de cortar la cinta azul, recorrer el pasillo central en un rápido paseo y prometer que volvería el próximo sábado con más tiempo. Tanto Albert Gimeno como Antoni Botey, director y presidente, respectivamente, de Artexpo, mostraron ayer su satisfacción por el funcionamiento inicial de la feria, que ayer vivió una discreta afluencia de público que facilitaba el paseo y que, a tenor de los puntos rojos que ostentaban algunos expositores, tuvo ya un primer resultado en las ventas. El comité de autentificación concluyó ayer por la tarde su revisión de las obras y, según señalaron algunos de sus miembros, las pocas potencialmente dudosas habían sido retiradas de la exposición por los mismos galeristas. El comité de calidad aún está en proceso de elaborar su informe, si bien algunos de sus miembros daban por descontado que algunos expositores deberán revisar en el futuro el tipo de piezas que presentan porque no alcanzan el nivel necesario. Novedades Las dos principales novedades de esta tercera edición de la feria han sido los pabellones dedicados al arte joven y la presencia de un pabellón dedicado a Italia, que reúne a nueve galerías de ese país, la mayoría de las cuales acude a Artexpo por primera vez. El resto de presencia internacional sigue siendo aún muy escaso. Respecto al arte joven, 26 galerías se han acogido a la convocatoria y en unos pequeños expositores situados en la parte superior han presentado de forma monográfica el trabajo de un artista menor de 35 años, que generalmente ha optado por la pintura o la escultura. Los medios electrónicos, las instalaciones o el arte objetual están prácticamente ausentes de la feria. Entre los nombres más representados este año destacan Antoni Clavé, de quien se exhiben numerosas obras de sus primeras etapas; Antoni Tàpies, con obras de prácticamente todos sus periodos; Miquel Barceló, con piezas de los años ochenta y algunas de su periodo africano; y una notable representación de otros artistas catalanes: Guinovart, Cuixart, Joan Ponç y Ràfols Casamada. Tampoco faltan piezas de Picasso y Miró, mayoritariamente obra gráfica o dibujos, así como de autores de la Escuela de París y del periodo informalista.
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