Romaní dice que el dinero de La Esquina del Bernabéu fue para el «informante» Cedeño

El empresario panameño Jaime D. Cedeño está ocupando el centro de las coartadas de Arturo Romaní. Ayer, éste declaró que los 1.500 millones de la Operación Cementeras destinados a Cedeño, el hombre que contaba con los servicios de un ex agente de la CIA, sufrieron una merma por lo que tuvo que pedir a Carlos García Pardo, del grupo Dorna, que incluyera a la sociedad Montilsa en la Operación La Esquina del Bernabéu para permitirle ganar 877 millones. Mario Conde conoció a Cedeño en 1994. Romaní ha cambiado su versión inicial sobre lo que le dijo a García Pardo en 1991.

La comisión de 1.500 millones de pesetas de la Operación Cementeras, canalizada a través de la empresa Montilsa, que, según Romaní, pertenece al empresario panameño Jaime Domingo Cedeño -a quien se pagó como «informante», que no «mediador», según dijo ayer Romaní-, sufrió una merma de 500 millones. El problema: hubo que pagar impuestos a Hacienda. Según explicó Romaní ayer, había que resolver este problema. ¿Cómo? Dado que el grupo Dorna, de Carlos García Pardo, negociaba en 1991 la entrada de la Corporación Banesto en el Centro Comercial Concha Espina- La Esquina del Bernabéu, Romaní encontró una solución: ¡Eureka!En su versión del 14 de diciembre de 1994 ante el juez Manuel García-Castellón dijo una cosa. Según explicó, se dirigió a García Pardo en 1991 y le habló de sus presuntos compromisos con el grupo panameño, para lo que necesitaba una ayuda.

Beneficios de Garro y Escolar

La Corporación Industrial estaba a punto de invertir, en septiembre de 1991, 1.776 millones a cambio del 48% del Centro Comercial Concha Espina. Romaní, según admitió ayer, sabía entonces que había otros directivos de Banesto que también tenían participaciones a través de sus sociedades en el Centro Comercial Concha Espina y que venderían su parte, aprovechando la entrada de la Corporación. Se trataba de Fernando Garro y de Rafael Pérez Escolar.Por eso, pidió a García Pardo que le hiciera sitio a Montilsa con una importante tajada: el 29% del Centro Comercial. Al realizarse la operación, Montilsa vendió previamente al grupo Dorna su 29% y fue éste quien revendió ese porcentaje a la Corporación. El beneficio de Pérez Escolar y de Garro fue de 178 millones de pesetas cada uno; el de Montilsa, 877 millones.

Ayer (ver apoyos), Romaní volvió a rectificar su declaración inicial. ¿La razón? Su versión sobre los panameños ante el juez García-Castellón fue desmentida por Carlos García Pardo de manera tajante. Ayer, Romaní señaló que le dijo «algo de Panamá» a García Pardo.

Victor Manuel Seligrat, letrado de Montilsa y Data Transmission, que se presentan como sociedades de Cedeño, estaba interesado por las relaciones entre Mario Conde y el empresario panameño. Eso ya fue evidente el último día de la declaración del ex banquero, la semana pasada. Ayer preguntó a Romaní:

-¿Usted presentó al señor Cedeño a Mario Conde?

-Sí, claro. No sé si Conde y el señor Cedeño entraron en contacto entre 1990 y 1994...

-¿Cuándo les presentó?

-A finales de 1994... más ampliamente, en 1995.

Romaní admitió conocer también a Peter Schwarz, abogado de Zurich, y dijo que le presentó a Cedeño para crear la sociedad Veliades. Schwarz, ¡oh casualidad!, es el mismo abogado que recibió y transfirió, en 1990, 17,1 millones de francos suizos a la Fundación Levis de Liechtenstein. Era el dinero pagado por Air Products por la Operación Carburos.

Romaní reveló también que el verdadero propietario de la sociedad Apolo Inversiones y Servicios, en la que figuraba, en 1994, el abogado del Estado José Luis Fuertes, amigo de Romaní, es Jaime D. Cedeño. En Apolo asumió la mayoría en 1994 la sociedad Servicios y Recursos. Según explicó Romaní el pasado lunes, Servicios y Recursos es una sociedad que le proporcionó el despacho de Luis Blasco Bosqued. Otras sociedades de este despacho, como AguasLimpias y Corinen, han intervenido en varias operaciones como fiduciarios de la Corporación Banesto.

Arturo Romaní justificó ayer la operación Centro Comercial Concha Espina. El fiscal Luis López Sanz le hizo ver que dicha sociedad estaba endeudada con el grupo Banesto y que fue éste quien avaló al Centro Comercial Concha Espina frente a diversos créditos aún cuando representaba el 48% de la misma.