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Alemania, Reino Unido, Francia y España fusionarán su industria aeroespacial

Miguel González

British Aerospace (BAe), Daimler-Benz Aerospace (DASA), Aerospatiale y Construcciones Aeronáuticas (CASA) se fusionarán en la Compañía Europea Aeroespacial y de Defensa (CEAD), que funcionará como una multinacional, con una dirección centralizada y activos de su propiedad, mientras que las entidades nacionales se limitarán a servir de interlocutores ante sus administraciones. Así consta en el documento confidencial que los presidentes de las cuatro empresas elevaron el pasado 27 de abril a los gobiernos del Reino Unido, Alemania, Francia y España, al que ha tenido acceso EL PAÍS.

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El informe de las cuatro empresas es su respuesta a la declaración que los ejecutivos de París, Londres y Bonn difundieron el pasado 9 de diciembre, en la que instaban a sus principales industrias aeronaúticas y militares a presentar un plan de integración y reestructuración, ante el reto que representa la fusión de los gigantes de EE UU, como Boeing y Mc Donnell Douglas.Inicialmente, el encargo se limitaba a BAe, DASA y Aerospatiale, pero luego se sumó la española CASA -asociada con las tres anteriores en el consorcio Airbus- y la francesa Dassault Aviation (fabricante de los cazas Mirage y Rafale), aunque ésta última no suscribe el documento.

El informe define la futura CEAD como una «empresa auténticamente multinacional con operaciones en distintos países», propietaria de sus activos y recursos, «que debe dirigirse y controlarse como una sola unidad».

Ello supondrá la existencia de un cuartel general responsable de las finanzas del grupo, la coordinación, la estrategia y la planificación; así como de todos aquellos recursos cuya gestión centralizada resulte más económica, como la comercialización internacional o buena parte de la investigación y desarrollo.

En el segundo nivel estarán los grupos de empresas o divisiones sectoriales, que poseerán y gestionarán todos los recursos relacionados con su área de actividad, al margen de su situación geográfica, lo que incluye desde las cadenas de montaje a las oficinas de diseño. El actual consorcio Airbus, que se convertirá en Entidad Empresarial Única, será una de las divisiones sectoriales de la CEAD, la encargada de los aviones civiles. Finalmente están los entes nacionales, encargados de relacionarse con los respectivos gobiernos, que no tendrán prácticamente recursos propios.

Integración de una sola vez

Las cuatro empresas se han puesto de acuerdo en que la futura compañía reúna todos sus activos en los sectores de aviones de transporte civil y militar, aviones de combate y para misiones militares especiales, lanzaderas espaciales e infrastructruras orbitales, armas guiadas y sistemas aeroespaciales y de defensa. No hay acuerdo sobre la inclusión de los aviones de alcance regional, satélites y servicios de satélites y misiles balísticos.El informe considera que la fusión de las empresas nacionales mejorará sustancialmente la competitividad de la industria europea en el mercado mundial, pero obligará a una profunda reestructuración, ya que deberán reducirse o eliminarse «los casos de doble capacidad», concentrando la líneas de fabricación según criterios de rentabilidad, que no sólo debe alcanzarse en el conjunto de la compañía sino en cada una de sus divisiones.

Una de las principales discrepancias está en el modelo de transición desde las empresas nacionales a la compañía europea. BAe, DASA y CASA quieren que la fusión «se realice de una sola vez, en una operación en la que cada parte aporte la totalidad de su negocio» dentro de los sectores acordados, segregando antes los que queden fuera.

Mientras se logra un acuerdo sobre la estructura del accionariado, se establecerían «acuerdos vinculantes desde el punto de vista legal, que tendrían una duración precisa (no más de dos años, según BAe) y abarcarían, al menos, los derechos económicos y el derecho de voto durante el periodo de puesta en marcha».

Por el contrario, Aerospatiale es partidaria del llamado «método paso a paso», según el cual las empresas nacionales seguirían existiendo temporalmente y se convertirían en accionistas de CEAD. Las divisiones sectoriales o compañías subsidiarias se irían constituyendo, con los mismos u otros socios, e integrando progresivamente. También apuesta Aerospatiale por la fórmula Airbus Plus, que convierte a dicha entidad en la tenedora de las acciones. Británicos, alemanes y españoles consideran «inaceptables» o «desfavorables» este modelo francés.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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