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Entrevista:

"En Madrid es donde más viva permanece la lengua"

Siempre con la cabeza en otra parte. Esa cabeza sin accidentes morfológicos, rapada en homenaje constante a Yul Brynner, el actor. Contaba el escritor Max Aub que cada uno es del lugar donde estudió el bachillerato. Jesús Ferrero tiene bien domiciliadas las distintas etapas de su vida. Nace en Zamora (1952). En Pamplona crece y se hace adolescente. Es universitario en Zaragoza. En París se forja como novelista, y entre Madrid y Barcelona disfruta hoy de celebridad después de ocho novelas publicadas, varias colecciones de poemas y labores de coguionista cinematográfico en la película Matador, de Pedro Almodóvar. Dos años va a cumplir su último libro, Amador o la narración de un hombre afortunado, y ahora Jesús Ferrero se dedica a defender causas, si no perdidas, arduas, como las jornadas tituladas El club de los poetas recién muertos, que Ferrero dirige en el Círculo de Bellas Artes, para reivindicar a poetas que se han ido de este mundo sin figurar en las antologías.Pregunta. Después de tantas residencias, ¿no le resulta muy poco original vivir entre Madrid y Barcelona?

El club de los poetas recién muertos

Todos los martes, a las 20.00. Círculo de Bellas Artes. Alcalá, 40.

Respuesta. ¿Acaso puede un español vivir en mejores sitios? Fui veinteañero en París, pasé la treintena en Barcelona y en Madrid soy cuarentón. Además llega un momento en que las ciudades te agotan y, sobre todo, hay un peligro, los escritores que llevan mucho tiempo viviendo en el extranjero pierden autoridad sobre su lengua.

P. ¿Nunca vuelve a su Zamora natal?

R. Muy de vez en cuando. A veces me retiro al lago de Sanabria para escribir.

P. ¿Prefiere trabajar en calma?

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R. No especialmente. Suelo adaptarme muy bien a la ciudad y su ruido de fondo.

P. ¿Cuál es el de Madrid?

R. Los últimos tres años me ha tocado vivir en Guzmán el Bueno con sus martillos eléctricos. Hay que tenerle mucho cariño a esta ciudad para aguantarlo, pero he sobrevivido. Madrid es un lugar donde la cabeza toma una velocidad muy especial. Su vitalidad me resulta muy positiva para la creación, y aunque en mis libros no suelo imitar el lenguaje de la calle, es en Madrid donde más viva permanece la lengua.

P. Jesús Ferrero es un consagrado muy solidario con los jóvenes escritores.

R. Eso es una obligación. El único inconveniente es que hay temporadas agobiantes de ir de un lado a otro, pero me resulta muy gratificante.

P. ¿Qué es El club de los poetas recién muertos?

R. Un repaso a la obra de poetas de gran valor literario, que acaban de morir sin alcanzar demasiada trascendencia. José Manuel Fonollosa, El Ángel, Eduardo Hervás y Ferrater son algunos de ellos.

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