El Parlamento holandés debatirá las condiciones del nombramiento de Duisenberg

, El Parlamento holandés decidió ayer convocar una reunión el próximo 13 de mayo, siete días después de las elecciones generales de mañana, para debatir las condiciones del nombramiento de Wim Duisenberg como presidente del Banco Central Europeo (BCE), que sólo estará al frente de esta institución durante sus cuatro primeros años de existencia, es decir la mitad de lo previsto. Al final de ese periodo, Wim Duisenberg será sustituido por el francés Jean Claude Trichet.En una decisión sin precedentes, que da muestra del revuelo político que ha provocado esta presidencia por relevos, el Parlamento holandés solicitó además «una explicación por escrito» al primer ministro laborista, Wim Kok, sobre los motivos por los que «ha cedido» a las exigencias francesas de que Duisenberg permanezca en el cargo tan sólo cuatro años.

Los rivales políticos de Kok tampoco han desaprovechado su oportunidad para asaetear con sus críticas al primer ministro holandés. «Esta solución es una violación del Tratado de Maastricht», manifestó el líder del partido liberal, Frits Bolkenstein.

Los democrisitianos, la segunda fuerza política del Parlamento, se pronunció incluso a favor de que el debate fijado para el próximo 13 de mayo se produjera antes de las elecciones de mañana. Su líder, Jaap de Hoop Scheffer, dijo que «el primer ministro ha sufrido una derrota en Bruselas».

Wim Kok, mientras tanto, se defendió, a través de una entrevista por televisión, argumentado que de haber exigido en la cumbre de Bruselas «ocho años para Duisenberg o nada, habría regresado con las manos totalmente vacías».

El ministro de Finanzas, Gerrit Zalm, también salió en defensa del compromiso y señaló que no era «una sorpresa», sino «un acuerdo aceptable y completamente satisfactorio». Kok y Zalm habían asegurado, con anterioridad a las negociaciones de Bruselas, que Holanda no aceptaría «jamás» una división del mandato de la presidencia del BCE en dos periodos.

La prensa holandesa también fue sumamente crítica con el pacto de Bruselas. El periódico de Rotterdam Algemeen Dagblad tituló su portada «Sombra sobre el lanzamiento del euro» y aseguró que "la cumbre perdió su carácter de celebración (con la decisión de cambiar la presidencia)". El diario populista De Telegraf destacó «la irritación después de arrodillarse ante Francia».