¿Dónde estaba el sorteo de viviendas?

Soy uno de los muchos preadjudicatarios que "ha tenido el honor" de participar en la farsa del día 27 de abril de 1998.Se preguntarán que por qué digo esto, y es por lo que sigue.

Había convocado un "sorteo" para elegir piso de la promoción Pavones-Este, y lo entrecomillo porque no ha habido sorteo alguno.

Se dice claramente por don Francisco Rubio que el sorteo se celebrará primero entre las 16 personas con familias más numerosas, a las que se les adjudicarán las 16 viviendas de cuatro dormitorios, y luego las unidades familiares de dos personas (45 casos), a las que se les adjudicará 43 viviendas de tres dormitorios y dos viviendas de dos dormitorios. Tras esto, las unidades familiares de una persona, a las que se les adjudican las de un dormitorio.

Cuál es nuestra sorpresa cuando empieza el sorteo eligiendo la persona que empieza por la letra A, Nuria Abengozar, que lógicamente va a tener 43 posibilidades entre 45 de que le toque uno de tres dormitorios. Y el proceso sigue: la segunda persona, 42 de 45 posibilidades de que le toque uno de tres dormitorios; cuando llega nuestro turno sólo quedan tres papeletas, de las que dos son de tres dormitorios y, lógicamente, nos toca el de dos dormitorios.

¿Dónde está el sorteo?, ¿quién y cómo ha determinado que empiece por los apellidos que comienzan por la letra A y no por la letra B o la Ñ o la W?

Respuesta de don Francisco Rubio: "Siempre se ha hecho así y nadie se ha quejado"; otra señorita de la Empresa Municipal de la Vivienda también contesta: "Claro, os quejáis porque no os ha tocado el piso que queríais". Les indico que en ningún momento se ha comunicado que se vaya a hacer por orden alfabético.

Tras esto les anuncio mi intención de impugnar el sorteo y me remiten a la calle de Oruro, número 6, para efectuar la reclamación, "y, si el departamento jurídico lo estima, le contestarán".

Y para colmo de males, aquel que no iba al sorteo, aunque fuese de la letra D, elegía antes que los demás, pues la persona anterior elegía el suyo y el del siguiente si no estaba presente. ¿Dónde está el sorteo?, ¿para tener oportunidades hay que cambiarse los apellidos?

¿No sería lo lógico que, dado que los 45 preadjudicatarios nos encontrábamos con distintas probabilidades, pues, evidentemente, no es lo mismo 42/45 posibilidades de que te toque uno de tres habitaciones que 2/3; que se hubiera sorteado entre los presentes primero el orden, y no dar prioridad a la letra A?

Lo siento por los que tengan un apellido que empiece por Z, pues en la EMV nunca podrán elegir. Más les convendría no ir al sorteo.

Sin más y sabiendo que nuestras quejas no sirven para nada.- . .