El equipo de Pelli llega el viernes a Bilbao con las maquetas de su diseño para Abandoibarra

El equipo del arquitecto argentino-estadounidense César Pelli se ha tomado muy en serio la presentación de sus ideas para el desarrollo urbanístico de Abandoibarra y llegará a la capital vizcaína con dos días de antelación para preparar la puesta de largo del proyecto. El viernes, la primera oleada de un equipo de cinco personas llegará al aeropuerto de Sondika con un montón de maquetas y paneles. Posteriormente, las instituciones agrupadas en Bilbao Ría 2000 dispondrán de 15 días para decidir entre las diversas opciones sobre la urbanización de Abandoibarra.

Tras llegar a Bilbao en la noche del viernes, los representantes del equipo del arquitecto César Pelli pasarán el fin de semana encerrados con el director general de la sociedad pública Bilbao Ría 2000, Pablo Otaola, y uno de sus técnicos, el arquitecto Juan Carlos Sinde, para preparar la exposición de maquetas y paneles. El domingo llegarán a Bilbao Diana Balmori, esposa de Pelli y responsable, a través de su propia empresa, del diseño de las zonas verdes de la zona a urbanizar, y Fred Clark. Para entonces, Eugenio Aguinaga, Bill Butler y Ana María Torres -ayudante de Balmori- llevarán casi dos días tabajando en la capital vizcaína. El día 4 se reunirá el consejo de administración de Bilbao Ría 2000 y su presidente, el alcalde de Bilbao, Josu Ortuondo, presentará al público las opciones de desarrollo para Abandoibarra que ha preparado el estudio del arquitecto aregentino-estadounidense. A partir de ese momento, la sociedad pública dispondrá de 15 días (aunque "podrían ser dos semanas o 21 días, perfectamente", según fuentes de Bilbao Ría 2000) para decidir con cuál de las propuestas se quedan. En los distintas proyectos se manejan los volúmenes cuasifijos, variando su posición de una manera similar a la de un rompecabezas. Hace algo más de un mes Pelli ya hizo llegar tres hipótesis de trabajo a las insitutciones participantes en la sociedad pública. El proyecto de la urbanización del terreno comprendido entre el museo Guggenheim y el Palacio de Congresos Euskalduna contempla la construcción de una gran torre "emblemática", que la Diputación Foral de Vizcaya quiere ocupar, sino en su totalidad sí en su mayor parte (tendrá cerca de 80.000 metros cuadrados habitables). Asimismo habrá diversos edificios de oficinas, viviendas y un espacio aterrazado en el que se ubicarán, previsiblemente, bilbliotecas y archivos de la propia Diputación y del Ayuntamiento. La Universidad de Deusto, cuyo rectorado también está previsto que se traslade a Abandoibarra, estará conectada por un pasarela peatonal, diseñada por José Antonio Fernández Ordóñez. En la zona también está prevista la construcción de un hotel de lujo. El derecho -aunque el acuerdo no esté aún cerrado- para la construcción del mismo está en poder de las empresas Ybarra y Demir. Ambas tenían terrenos en donde ahora se levanta el museo Guggenheim. Cuando ambas partes lleguen a un acuerdo está previsto que se celebre un concurso para adjudicar a alguna de las cadenas internacionales la construcción (o tan sólo la gestión; aún no se sabe) del citado hotel. En el diseño de la zona de la ribera de la ría del Nervión, también estará incluído el nuevo tranvía aprobado recientemente por el Gobierno vasco y las autoridades bilbaínas. El freno de Fomento Paradójicamente, el desarrollo de Abandoibarra, sin duda alguna uno de los proyectos más ambiciosos de regeneración urbana a nivel europeo en la actualidad, está paralizado por una disputa entre dos departamentos dependientes del Gobierno central. Cuando Bilbao Ría 2000 nació de la mano del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, encabezado entonces por José Borrell, se pretendía que las distintas instituciones del Gobierno central y vasco se aunaran en el proyecto común de la regeneración de la capital vizcaína. Sin embargo, desde la llegada al poder del PP, el rebautizado Ministerio de Fomento no pone fin a disputas entre Renfe y Puertos del Estado, lo que ha provocado un retraso del traslado de la estación de contenedores -incrustada en el centro del proyecto urbanístico y al lado del Guggenheim- a la zona ganada al mar para la estación de mercancías de Santurtzi. El proyecto del prestigioso arquitecto se ha estancado en los pasillos de Fomento, en Madrid.