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Traficantes de La Rosilla ganan hasta 500 millones al año, según el delegado antidroga

El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, afirmó ayer que en el poblado marginal de La Rosilla (Vallecas Villa) hay clanes familiares que llegan a ganar hasta 500 millones de pesetas al año con la venta de estupefacientes. "Forman auténticas bandas criminales organizadas, no son personas que vivan en la marginalidad, al menos desde el punto de vista de sus recursos económicos", declaró Robles durante una comparecencia ante la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas, que abordó el tema del narcotráfico en los poblados marginales del sur de la capital. El delegado del Plan Nacional explicó que su cálculo sobre las ganancias de estos traficantes parten de estimaciones sobre el número de drogodependientes que acuden al poblado. "Cada día puede venderse en ese lugar droga por valor de unos 40 millones de pesetas a unos 2.500 toxicómanos, a precios que oscilan entre las 6.000 y las 8.000 pesetas el gramo de heroína cortada". "También hay investigaciones policiales sobre el asunto", añadió.

Robles aseguró que el poblado de La Rosilla, habitado por 137 familias gitanas que hace años malvivían en chabolas, "es el punto de venta al por menor de heroína y cocaína más importante de la zona sur de Madrid". "La inmensa mayoría de las familias que lo habitan están directa o indirectamente relacionadas con la venta de droga", aseguró. Y explicó que algunas han vendido sus casas a camellos.

La Rosilla fue construida en 1992 por el Ayuntamiento y la Comunidad para realojar a 88 familias chabolistas de los poblados vallecanos de Pies Negros y Altamira o de Los Focos (San Blas). En el verano de 1997 el Consistorio lo amplió con otras 49 familias de Los Focos. Desde su creación, el lugar ha sido un punto de trapicheo, pero el problema se incrementó hace un año, tras el derribo de Los Focos, otro supermercado de la droga.

Por otra parte, centenares de vecinos de Latina se concentraron ayer tarde entre la calle de Caramuel y el paseo de Extremadura para pedir el desmantelamiento de los 83 prefabricados de Jauja, punto de venta de droga.

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