La pujanza de Ifema agudiza las discrepancias sobre la Fira

VIENE DE LA PÁGINA 1 La pujanza de la Feria de Muestras de Madrid (Ifema), que el pasado año asumió el liderazgo ferial de España en ingresos, pone en evidencia las limitaciones de la Fira de Barcelona, destacadas por diferentes sectores. Ifema es el referente de algunas de las versiones más críticas vertidas estos días por medios empresariales que se muestran contrarios a la que la expansión se realice en el polígono Pedrosa (L"Hospitalet), situado en la Gran Via. Ante esta situación, el consejo general de la Fira de Barcelona -en este organismo participan el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y la Generalitat, esta última sin derechos políticos de voto- ha cerrado filas en defensa de la primera de las opciones que se barajan para la futura expansión ferial. Este organismo ha aprobado recientemente un plan de actuación estratégico en cuya aplicación se invertirán 2.100 millones de pesetas para reformar las actuales instalaciones de Montjuïc. Además, la Fira destinará muy pronto una cantidad similar a la primera fase de la expansión de Pedrosa, según medios ejecutivos de la institución. Para los empresarios no existe ninguna duda acerca de que Ifema lleva la delantera. Sin embargo, las cifras de ambas organizaciones demuestran mayor igualdad. Así, mientras que la Fira de Barcelona tiene una superficie en salones de 117 hectáreas en el recinto histórico de Montjuïc (sobre un total de 250 hectáreas de terreno) y otras 26 hectáreas en Montjuïc 2 (Pedrosa) sobre 100 hectáreas, su principal competidor, Ifema, cuenta con una superficie total de casi 1.000 hectáreas, de las que algo más de 150 están bajo techo. De acuerdo con las memorias de ambas ferias, en 1997 la Fira de Barcelona registró unos ingresos de 9.341 millones de pesetas, celebró 57 salones en los que participaron 10.115 empresas y arrendó una superficie de 580.000 metros cuadrados. Ifema, por su parte, obtuvo unos ingresos de 10.000 millones, celebró 47 salones en los que participaron 12.500 empresas y arrendó una superficie de 555.000 metros cuadrados. A criterio de los expertos, las diferencias entre Ifema y la Fira no pueden apreciarse en estos momentos porque son de carácter potencial. Mientras que la Fira en Montjuïc está saturada y en Pedrosa tiene dificultades de crecimiento, Ifema tiene más del doble de metros disponibles, lo cual, unido a las potentes sinergias industriales y comerciales de la capital, supone el triple de la capacidad de Barcelona. En cualquier caso, el aspecto que más beneficia a Ifema con vistas al futuro es el apoyo que recibe del Gobierno de la Comunidad de Madrid, la Administración con voto de calidad. Mientras que en Barcelona es el Ayuntamiento el que ejerce el control de la Fira, en la capital de España la ejecución ferial está en manos de la comunidad autónoma. Este dato confronta por sí solo la enorme inversión viaria y de servicios efectuada por la Comunidad en el entorno de Ifema y la precariedad presupuestaria de Fira de Barcelona, acosada por el rigor restrictivo del municipio barcelonés. La inversión aviva el instinto político en los comicios de la Cámara de Comercio y es el argumento sobre el que reposa la tercera opción para el futuro de la Fira, el traslado al extrarradio de la ciudad. Esta operación fue el eje del primer programa para la Cámara de Antoni Negre en 1991, y configura ahora el escenario de una contienda entre el actual presidente y el candidato, Josep Maria Pujol. El polígono yugulado El futuro de la Fira de Barcelona está seriamente en entredicho, una vez contrastado el relativo fracaso del polígono Pedrosa de L"Hospitalet (Montjuïc 2), en el que se han invertido 6.000 millones de pesetas, y que registra un triste balance, dos años después de su inauguración. En la actualidad, Pedrosa supone apenas la quinta parte de la actividad ferial de Barcelona. La causa de esta penuria se debe a que la mayoría de salones sectoriales se han negado a trasladarse de Montjuïc a Pedrosa y principalmente a la negativa de las tres joyas feriales de Barcelona: Construmat, Alimentaria y el Salón del Automóvil. Estos tres salones no han aceptado la propuesta de la Fira de dividir sus superficies de exposición entre Montjuïc y Montjuïc 2; ni tampoco aceptan trasladarse íntegramente al segundo recinto. A su relativo fracaso de gestión, Pedrosa añade la conflictiva situación urbanística que yugula su futuro crecimiento en suelo edificable. Fira 2000, la empresa gestora de Montjuïc 2 en Pedrosa, está negociando con mayores dificultades de las pactadas inicialmente la ampliación del recinto en dos parcelas, propiedad del Incasol, afectadas ambas para futuras actividades feriales. A ello se unen además dos situaciones heredadas del pasado: la primera es la instalación de Pryca en la fachada de Gran Via, que, a juicio de los representantes empresariales de los comités organizadores de los salones, producirá un efecto pantalla de carácter suburbial muy poco adecuado para una feria de muestras internacional. La segunda herencia del pasado en Pedrosa es la existencia de un grupo de viviendas en el seno del polígono que fueron ofrecidas a los vecinos en compensación después de haber efectuado las expropiaciones que han afectado la reforma urbanística de la zona. Esta situación urbanística de Pedrosa ahonda la brecha abierta entre algunos sectores y la organización de la Fira de Barcelona. Los empresarios de los salones que rechazan el polígono de L"Hospitalet consideran que está mal comunicado con el centro de la ciudad y que la mejor solución comercial pasa por potenciar los equipamientos tradicionales de Montjuïc. Pese a que la subutilización de Pedrosa está contrastada por datos contumaces, la dirección ejecutiva de la Fira de Barcelona sigue manteniendo el polígono como la mejor posibilidad de expansión. Estos medios aseguran que el nuevo recinto de Montjuïc 2 dispondrá en el futuro de 70 hectáreas -frente a las actuales 26 hectáreas construidas- gracias a que "se podrán calificar nuevos solares, algunos de ellos del Incasol, que están situados en una zona que limita con los equipamientos de Pedrosa y se extiende en dirección a la plaza de Cerdà". Este anhelo de los gestores de Fira de Barcelona coloca en primer plano la colaboración entre administraciones. ¿Facilitará el Incasol el uso de estos solares situados fuera del polígono, cuando todavía no ha cedido otros terrenos afectados por la Fira en el interior de Pedrosa?