"O contención salarial o aumento del paro"

En la etapa que se inicia con el euro, señala Miguel Boyer, «la responsabilidad principal no será ya del Gobierno, sino de empresarios y representantes de los trabajadores», a los que aconseja que antes de pactar se informen con todo lujo de detalles de los acuerdos salariales que se alcanzan en el resto de la zona monetaria. «Si se equivocan, si pactan subidas por encima de la media europea», advierte, «sus errores no podrán ya ser corregidos retocando el tipo de cambio». El precio a pagar será en buena medida un aumento del paro. De ahí que, asegure, «sobre esos agentes económicos recae ahora una responsabilidad sin precedentes».

Haber sido calificados para acceder al euro no supone para España entrar en el paraiso sino «iniciar una larga y difícil marcha, acompañados, pero también en competencia dura con algunos de los países más desarrollados del mundo».

Ante este reto Boyer se muestra cautamente optimista. A España la experiencia puede resultarle bien, «porque hemos demostrado una mayor capacidad de adaptación que los dos países pilotos de la unión monetaria, Francia y Alemania, que mantienen rigideces (...) Si nos adaptamos, si somos capaces de hacer las reformas estructurales pendientes, a España le irá mejor que a buena parte de sus socios».

«No estoy en contra por principio de la experiencia sin precedentes que supone el euro, pero coincido con (Romano) Prodi (primer ministro italiano) en que hubiese sido menos arriesgado prepararla con más tiempo, demostrando, antes de saltar sin red, una convergencia suficiente y estable de nuestras economías», concluye.