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Los Mossos acusan a un agente estatal de agredir al sargento de la policía autonómica de Figueres

Una trifulca verbal subida de tono entre tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que iban de paisano y dos patrullas uniformadas de los Mossos d"Esquadra acabó con la detención de uno de los policías nacionales en la madrugada del pasado viernes en Figueres. En el atestado de los Mossos sobre la pelea, iniciada por una fútil discusión de tráfico, se señala que el agente estatal agredió al sargento de guardia de la comisaría de la policía autonómica de Figueres e insultó a los mossos que participaron en el encontronazo. En el Departamento de Gobernación se quitaba ayer hierro al conflicto, mientras que en la Jefatura de Policía remitían al juez que lleva el caso.

Un portavoz del CNP señaló que la presunta agresión "constituye un hecho puntual que está en manos del juez. Como en todos los casos en los que actúa la justicia, no opinamos". Los hechos que acabaron con la detención del policía J. A. A., de 24 años y agente de la escala básica del CNP, sucedieron sobre las 23.30 del pasado día 23 en la calle de González de Soto, próxima a la Rambla de Figueres. J. A. A. y otros dos policías nacionales -los tres destinados en Portbou y todos de paisano- tenían la noche libre y decidieron ir a cenar a Figueres. Salían del restaurante cuando un ciclomotor, que acababa de saltarse un semáforo, les pasó rozando. La versión de los Mossos señala que los agentes increparon al joven motorista, le detuvieron al grito de "¡somos policías, te vas a enterar!", le inmovilizaron y le pidieron que se identificara. A todo esto, y siempre según el atestado de la policía catalana, una muchacha que en aquel momento estaba sacando dinero en un cajero automático reconoció a un amigo en el azorado motorista. Ni corta ni perezosa, salió a defender a su amigo en la desigual pelea. Los tres policías la emprendieron con la joven y, al parecer, la llegaron a empujar. Ésta abandonó el lugar de los hechos y fue a buscar a su novio. Cuando llegó, recibió el mismo trato que el motorista y que su novia. Actitud agresiva Con todo salido de madre y sin que nadie atendiera a razones, en el peor momento, dio en pasar por allí una patrulla de los Mossos d"Esquadra, el cuerpo policial con competencias exclusivas en orden público en toda la provincia de Girona. El relato de los Mossos señala que los tres policías nacionales, tras mostrar sus placas de agentes del CNP, recibieron de forma agresiva a los dos mossos. Tanto que éstos pidieron refuerzos y llegó otra patrulla. La trifulca fue subiendo de tono y los cuatro mossos pasaron a ser objeto de las iras de dos exaltados policías nacionales, mientras que el tercero intentaba poner paz. Uno de los agentes, el que más tarde efectuaría la presunta agresión al sargento autonómico, se desmadró. "Esta puta mierda de bandera que llevas en el pecho no la reconozco". "Yo soy policía en toda España y tú eres un subalterno nuestro de mierda". "Si tienes cojones, deténme". Así consta en el informe redactado por los Mossos, que añade que estas frases fueron lanzadas a un dedo de la cara de los policías autonómicos y apoyadas en continuos golpes en sus pechos. Para rebajar la tensión, los mossos señalaron a los policías que si querían denunciar los hechos fueran a la comisaría. Allí se dirigió la comitiva policial. Los mossos tuvieron horas esperando a los del CNP para formular la denuncia -unas tres horas, según algunas versiones, otras señalan 90 minutos-. Ello encrespó más los ánimos. J. A. A., prosigue el atestado, volvió a las andadas y siguió armando bronca. Salió el sargento de guardia de los Mossos y le advirtió que bajara el tono de su voz y que sería atendido cuando le tocara. La respuesta del policía nacional, un mozarrón alto y fornido, fue golpear y empujar al sargento. Se necesitaron hasta cinco mossos para reducirle, detenerle y meterle en el calabozo. La acusación contra el policía se formuló por resistencia grave a la autoridad, amenazas graves, desobediencia y atentado contra un agente de la autoridad. El policía pidió de inmediato un abogado de oficio y ser visitado por un médico forense. A las 2.30 del viernes fue trasladado al hospital y salió de allí cinco minutos después. J. A. A. ha acusado a los mossos de malos tratos y de insultarle. El sindicato SUP del CNP, ha acusado a los Mossos de prepotencia en este y otros casos.

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