Maturana culpa a Fomento de dificultar la creación de una nueva zona industrial

La indefinición del proyecto del túnel del Serantes, que proporcionará un acceso directo al Puerto de Bilbao, condiciona la creación de otra nueva zona industrial en la zona, según el Gobierno vasco. El consejero de Transportes y Obras Públicas, José Antonio Maturana, volvió a censurar ayer la actitud del Ministerio de Fomento para ejecutar este proyecto, con un coste estimado en 7.000 millones de pesetas. "No sabemos si hay voluntad política [de ejecutarlo]. No tenemos fechas", advirtió Maturana.

Lo último que se sabe del túnel del Serantes es que se está realizando un estudio informativo, con un coste de 29 millones y que concluirá en septiembre. A partir de ahí todo son conjeturas: que las obras comenzarían en el año 2000 y finalizarían en 2003. Datos que proceden no del Ministerio de Fomento -responsable del proyecto-, sino de la Autoridad Portuaria de Bilbao. El consejero de Transportes y Obras Públicas mostró su malestar por la situación. "No le decimos a Fomento que lo haga mañana, pero que diga cuándo y cómo". Maturana señaló que la comisión de revitalización de la Margen Izquierda estudia crear un área logística detrás del monte Serantes, donde, además del depósito de mercancías, se instalarían empresas que manipulen los productos, "como de etiquetaje, generando valor añadido y empleo. Puede haber más actuaciones industriales y, si no se hace el túnel, ese proyecto quedará paralizado", advirtió. "El túnel del Serantes es clave para el desarrollo de la Margen Izquierda", añadió Maturana. El consejero incidió en la importancia de conocer las fechas de inicio y finalización del túnel del Serantes para que la nueva zona industrial fructifique. "Hay que hacer un planning de la zona y eso requiere tiempo, es complejo". Maturana se refirió también a la estación de contenedores de Abandoibarra, junto al Guggenheim, que debe trasladarse al puerto, donde el próximo verano está previsto que se inicie la construcción de la nueva estación de mercancías. "Que se liberen ya los terrenos de Abandoibarra", señaló el consejero. Las previsiones de las autoridades sitúan a mediados del año 2000 la liberación de los terrenos de Abandoibarra, con un retraso de dos años y medio respecto a las previsiones iniciales. Congreso de Transportes Maturana comentó el desarrollo del I Congreso de Logística y Transportes, que ayer se clausuró en Bilbao. El simposio, con la asistencia de una treintena de expertos mundiales, constató la necesidad de una mayor formación del sector en Euskadi. "Hemos planteado que se cree una carrera de gestores de transporte, que existe en Alemania y Reino Unido, y sería en diferentes niveles", informó el consejero. Junto a ello, el congreso incidió en el fomento del asociacionismo en las empresas de transporte con el fin de poder sobrevivir en el nuevo mercado liberalizado. El consejero mostró su preocupación por el hecho de que el 89% de los transportistas sean autónomos y el 11% restante esté compuesto por grupos de cuatro o cinco personas. "Es un sector muy atomizado, poco competitivo y con condiciones de trabajo penosas. Al ser autónomos, trabajan gran cantidad de horas. Es algo que venimos recalcando desde hace tiempo". En esta línea, anunció que el Gobierno vasco está dispuesto a articular programas con ayudas económicas para favorecer el asociacionismo entre los transportistas, una práctica común en gran cantidad de países europeos. Otra de las conclusiones de este congreso, que se pretende continúe en los próximos años en las otras capitales vascas, ha sido la necesidad de la adecuación tecnológica de los sistemas de transporte. Maturana expuso el ejemplo del puerto de Santander, que ofrece información a través de Internet sobre la localización de las mercancías, los costes y los operarios necesarios para estos trabajos, lo que es un método pionero en Europa. "Es urgente que todas las empresas se adecúen tecnológicamente porque la liberalización europea hará que lleguen grandes empresas para competir en nuestro mercado", añadió.