Es el clima de ellos, también

La secretaria de Estado, Madeleine Albright, anunció esta semana "presión en toda la cancha" diplomática para animar a los países en vías de desarrollo para ayudarles a prevenir el peligro del cambio climático. Una primera, y poco caritativa, reacción puede ser preguntarse cómo han tardado tanto, teniendo en cuenta que el calentamiento global fue, ostensiblemente, una prioridad de la Administración de Clinton desde hace algún tiempo. (...)La Administración colaboró el año pasado en negociar, y después firmar, un tratado que obli gaba a Estados Unidos y otras naciones desarrolladas a reducir sensiblemente sus emisiones de gases de efecto invernadero . ( ... ) El presidente Clinton dijo, sin embargo, que no enviaría el tratado al Senado para su ratificación hasta que los países en vías de desarrollo también acordaran aceptar alguna responsabilidad. Era un gesto de realismo político; el Senado ha dejado claro que no ratificará ningún tratado hasta que China, India y otras potencias de los países en desarrollo lo firmen con intención de cumplirlo. También está en línea con la realidad científica.

América emite más gas de efecto invernadero que China, y bastante más por persona; pero, en total, se espera que China sobrepase a EE UU en 20 años. Aunque no se puede pretender que una nación tan pobre como China acepte límites a su crecimiento.