El líder de los albaneses de Kosovo denuncia otra escalada de violencia

El jefe de los albaneses de Kosovo, Ibrahim Ruova, afirmó ayer en Pristina que la repetición de incidentes fronterizos como los del jueves "pueden inflamar toda la región". El pacifista Rugova aludía a los enfrentamientos en los que el Ejército serbio dio muerte al menos a 26 kosovares armados supuestamente infiltrados a través de las montañas que separan el norte de Albania de la provincia sureña serbia. Unos mil albaneses étnicos han buscado refugio en Albania huyendo de la situación en Kosovo.

La Unión Europea ha advertido en Londres contra la escalada de enfrentamientos, urgiendo al diálogo inmediato entre las partes. Un alto funcionario de la OTAN dijo ayer en Bruselas que la Alianza "está considerando la conveniencia de desplegar un escudo de seguridad en las fronteras de Kosovo con Albania y Macedonia". Rugova condenó la renovada violencia junto a la frontera albanesa y reiteró su compromiso con los métodos pacíficos para conseguir la independencia de Kosovo. "No sabemos quién es esa gente", dijo refiriéndose a los muertos en los choques del jueves con las fuerzas armadas serbias.

El presidente de la mayoría albanesa ignoró el referéndum organizado por Slobodan Milosevic para. rechazar la mediación extranjera en las negociaciones. Belgrado anunció ayer un 94% de votos contrarios a la "injerencia internacional" y una participación del 73%. Felipe González, el mediador designado por Occidente y rechazado por Milosevic, declaró ayer en Madrid que es un error de Belgrado considerar "antiserbia" su eventual misión.

El referéndum es considerada por las potencias occidentales una maniobra de Milosevic para ganar tiempo y dividir más al Grupo de Contacto, que se reúne la semana próxima en Roma para definir su actitud hacia Belgrado. Rusia ya ha anunciado que se seguirá oponiendo a la ampliación de las sanciones económicas contra su aliado serbio.