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Italia planea un sistema regional como el español

La Cámara de Diputados italiana comenzó a debatir ayer el acuerdo alcanzado por el comité de la Comisión Bicameral -creada para reformar la Constitución del país-, que abre la puerta a una reorganización de las regiones italianas al estilo autonómico español. Ayer, el mismo comité integrado por 19 parlamentarios dio el visto bueno también a un nuevo Senado federal, basado en los criterios de representación territorial y elegible por sufragio universal, que pone punto final al bicameralismo perfecto que existía hasta ahora en Italia.

Sendos acuerdos, que completan el capítulo de la reforma del Estado, a falta de establecer los principios del denominado federalismo fiscal, vienen a desbloquear la actividad de la Bicameral cuando parecía ya condenada al naufragio. La comisión ha vuelto a recuperar el pulso después de que su presidente, Massimo D'Alema, amenazara el martes con la dimisión. Pero si recobra vida ha sido también gracias a que el Olivo se ha plegado finalmente a algunas de las propuestas defendidas, hasta ahora sin éxito, por el Polo. Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional, el segundo partido de oposición, manifestó ayer su satisfacción - "al menos ha cambiado la atmósfera política", declaró- por los acuerdos que vienen a encarrilar la trabajosa reforma constitucional italiana iniciada en 1997.

Los artículos sobre los que hay ya un consenso que difícilmente será anulado en el Parlamento son el 57 y 58, los relativos a la forma del Estado. En síntesis, suponen la adopción de un "federalismo flexible" para Italia, que se inspira en el modelo autonómico español, salvando las grandes diferencias entre ambos países.

El texto aprobado por la comisión, y consensuado por tanto entre Gobierno y oposición, prevé un traspaso general de poderes del Gobierno central a las regiones que lo soliciten. La ley reconoce que "formas y condiciones particulares de autonomía para las regiones son aprobadas por las dos Cámaras con mayoría absoluta sobre la base del acuerdo con la región interesada". En cualquier caso, el Estado se reservará las competencias relativas a la emisión de moneda, política exterior, defensa y otras.

Las regiones que deseen optar a un estatuto de autonomía, similar al que poseen ya cinco regiones italianas, podrán hacerlo tras obtener el visto bueno del Parlamento, que podrá aprobar el nuevo estatuto con una simple ley ordinaria sin necesidad de nuevos cambios constitucionales. El estatuto tendrá que ser sometido después a referéndum en la correspondiente región.

Si el nuevo texto constitucional recibe los votos necesarios en la Cámara de Diputados y en el Senado -está previsto que la reforma institucional quede aprobada en junio- la faz de Italia cambiará considerablemente.

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Cinco estatutos

En estos momentos, el país está dividido en 15 regiones llamadas "normales" y cinco con un estatuto de autonomía especial, con diferentes niveles de autogobierno. Las cinco regiones con estatuto especial son Sicilia (la única con una Asamblea regional propia integrada por 90 diputados y un presidente con rango de ministro del Gobier no), Valle De Aosta, Trentino y Alto Adigio, Friuli-Venecia-Giulia y Cerdeña. El grado de autonomía varía, pero entre las competencias asumidas por estas cinco regiones figura, por ejemplo, la potestad legislativa en materia de entes locales, sanidad, educación, y, en algún caso, hasta de sistema electoral. Una vez reformada la Constitución, quedará a la voluntad de cada región el grado de autonomía que desea. El nuevo texto es más federalista -da la opción de alcanzar más autonomía a las regiones en detrimento del Estado- que el originalmente aprobado por la Bicameral y rechazado después por el Polo de la Libertad, la coalición de oposición que ha logrado finalmente introducir criterios autonómicos más claros en el texto definitivo.

La única voz discordante en el coro aprobatorio que acogió el acuerdo sobre organización autonómica fue la del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi (que aspira a la secesión de Padania), que los calificó de "pura nada". "Significan pasar a una situación peor de la actualmente existente hoy. De poco valen las descentralizaciones si el dinero lo sigue recaudando Roma", manifestó Bossi. La decisión sobre el Senado federal mereció ayer duras críticas de la Liga.

El tema fiscal es todavía una cuestión espinosa que habrá de abordar en estos días la comisión Bicameral. Las cinco regiones con estatuto especial reciben un porcentaje de los impuestos recaudados entre sus habitantes que varía en cada caso, con la única excepción de Sicilia, que tiene potestad para recaudar sus propios tributos. Los acuerdos ponen fin, al menos de momento, a una tensa etapa caracterizada por constantes críticas a la reforma en curso que han provenido de todos los sectores políticos.

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