El partido de Chirac votará contra el euro

El debate parlamentario para dar legalidad a la aceptación del euro provocó ayer sorpresa y confusión. El primer ministro, Lionel Jospin, se encontró con una oposición inesperada: el RPR (Unión para la República), el partido del presidente Jacques Chirac, optó por «decir sí al euro y no a Jospin» y votar hoy contra la «propuesta de resolución sobre las recomendaciones de la Comisión Europea relativas al paso a la moneda única». Según Jean-Louis Debré, portavoz del RPR, se vota «contra la voluntad de Jospin de hacer aprobar su política económica y social».

Para el primer ministro la decisión del RPR, que se había mostrado mayoritariamente favorable en el pasado al euro cuando se votó en comisión, es absurda. «A pesar de que el RPR no apruebe mi política, la Asamblea Nacional tiene que dar su opinión sobre el euro porque la Constitución nos obliga a ello. Todos los grupos votarán con claridad y sobre el fondo de la cuestión, excepto el RPR», advirtió. El primer secretario del Partido Socialista (PS), François Hollande, fue más sarcástico: «En el RPR todo está claro. Están a favor del euro y votarán en su contra. Están a favor de Jacques Chirac y votarán contra el presidente de la República porque este pidió hace pocos días en público que Francia se sumase al euro». El voto de la Asamblea Nacional tiene valor simbólico y no supone obligación alguna para el Ejecutivo. En realidad se trata de un «derecho de control» que reconoce la Constitución francesa al Parlamento desde junio de 1992 a cambio de renunciar a parte de sus competencias legislativas en favor de las instancias comunitarias.

Si bien dentro del RPR hay fuertes corrientes antieuropeístas, nadie había previsto que pudiesen beneficiarse de la politiquería de los pro-europeos. Éstos, quizás porque sinceramente temen aparecer como un apoyo a la gestión socialista -pero mucho más probablemente porque especulan con la hipotética popularidad de un voto negativo que podría comprenderse como un gesto patriótico y nacionalista entre amplias capas de votantes conservadores-, han optado por tomar el camino contrario al seguido hasta ahora. Además, los dos líderes del RPR, Philippe Séguin y Nicolas Sarkozy, ponen así en evidencia la soledad del presidente Chirac, que hace cinco días reclamaba el voto favorable. El RPR, le dicen los dos respondones, ha dejado de ser el partido de Chirac. La Unión para la Democracia en Francia (UDF), es decir, la coalición de liberales y centristas, sigue en cambio manteniendo su decisión de votar a favor. Philippe Douste-Blazy, uno de sus portavoces, dijo ayer: «Votaremos a favor porque estamos a favor de la moneda única en el camino de una Europa política». Con ello los socialistas parecen tener hoy asegurada una amplia mayoría a favor en el momento del voto.

Jospin se comprometió ayer a «pedir» a los otros Estados miembros de la UE que los dirigentes del futuro Banco Central Europeo (BCE) «puedan ser controlados por los Parlamentos nacionales» porque nadie debe creer que será «el BCE el que dirija las políticas económicas» de los miembros de la UE e insistió en que el euro permite «disipar el espejismo de una soberanía monetaria en solitario para conquistar la realidad de una potencia monetaria compartida».