IU, PNV y el Grupo Mixto exigen que el ministro dimita

Izquierda Unida, el PNV y el Grupo Mixto (integrado por Eusko Alkartasuna, Iniciativa per Catalunya y Eusko Alkartasuna) exigieron ayer a Eduardo Serra que presente su dimisión como ministro de Defensa y destituya al director general del Cesid. Willy Meyer, de IU, recordó las promesas del PP cuando estaba en la oposición, así como las declaraciones del presidente Aznar y del propio Serra en las que aseguraban haber impartido órdenes al servicio secreto para que todas sus actividades se ciñeran a la legalidad. "O nos han engañado o les han engañado a ustedes", dijo, tras calificar el espionaje a HB de "chapuza e ilegalidad injustificable".

Para Joxé Joan González de Txabarri, del PNV, esta operación demuestra que, en contra de lo que se dice públicamente, "en la lucha antiterrorista sí hay atajos" y advirtió que este escándalo beneficiará a HB en periodo preelectoral, al presentarse como víctima. Tras preguntarse si el servicio secreto sólo espía a este partido -"si usted lo cree así, le engañan", dijo al ministro- pidió a Serra que, al término del debate, acudiera a La Moncloa para presentar su dimisión, "por dignidad y respeto a las leyes vigentes".

Cambio del PP

El socialista Pedro Moya afirmó que su grupo no tiene nada que objetar a que se espíe a un grupo político que tiene a toda su dirección en la cárcel por colaborar con ETA -"nos extraña que a alguien le extrañe", destacó- y contrapuso la actitud que está manteniendo el PSOE en este caso con la que tuvo el PP en la crisis de 1995. "Dimitieron el vicepresidente, el ministro de Defensa y el director del Cesid y a ustedes no les pareció suficiente", recordó. Joan Miquel Nadal, de CiU, reclamó "sentido de Estado y sentido común" para abordar estos asuntos e ironizó sobre el cambio de postura del PP diciendo que "sería bueno que un día u otro todos los partidos llegasen a gobernar, porque así se adquiere responsabilidad".

Luis Mardones, de Coalición Canaria, pidió al Gobierno que dé cobertura legal a las actividades del Cesid y aborde reformas que acaben con "el esperpento y el desbarajuste", para que "no nos veamos en el brete de apoyar la irracionalidad".

El momento de mayor tensión se produjo cuando intervino el portavoz del Grupo Popular, Arsenio Fernández de Mesa, quien irritó a socialistas y peneuvistas al recordar a los primeros el caso GAL o las escuchas al Rey y a los segundos, la sentencia sobre el espionaje al exlehendakari Carlos Garaikoetxea.