Pena de muerte
Estados Unidos es el país más democrático del mundo. Razón de ello es que sus Estados miembros pueden elegir libremente la manera de ejecutar a sus presos condenados a muerte. En el Estado de Florida han ejecutado en la silla eléctrica a cuatro personas -entre ellas, una mujer- en cuestión de nueve días. Todo un triste e indignante récordDesde mi punto de vista, el Estado se pone a la altura de los asesinos y se convierte en asesino de asesinos y a veces también en asesino de inocentes. Recuérdese el caso de los anarquistas italianos Sacco y Vanzetti y de otros casos en los que posteriormente se ha demostrado que el ejecutado era inocente.
Tan sólo con que cupiera esa posibilidad de ejecutar a un inocente sería causa más que suficiente para abolir la pena de muerte. A esta circunstancia hay que añadirle el hecho real de que los acusados ricos, con influencia y con buenos abogados suelen salir absueltos o con penas muy leves, mientras que a los parias les cae todo el peso de la ley, se les condena a muerte y se les ejecuta. Un pobre menos en la estadística.-
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