Riazor vive del pasado ante el Salamana

Acudir a Riazor es visitar una casa antigua que ha consumido su esplendor. Sólo algún mueble arrinconado a algún tapiz cubierto de telarañas evoca el glorioso pasado del lugar. Ante la contemplación de la decadencia, las visitas suelen ponerse nostálgicas. Ayer, afligida por el enésimo ejercicio de incompetencia de su equipo, la gente de Riazor se entretuvo coreando los nombres de los héroes huidos, del mágico Bebeto al gladiador Claudio. Sólo el recuerdo mantiene en pie a una afición castigada con un fútbol infame.El partido se decidió en un minuto, que, para alimento de supersticiosos, fue además el precio de la segunda parte. El Deportivo se había pasado la tarde ahogándose en su desconcierto. Y la situación adquirió tal cariz que hasta fallaban los valores más seguros; o sea, Songo'o, quien entregó un balón a la delantera del Salamanca. Pauleta, sin portero, sin defensas, sin nada excepto el aire protegiendo la meta, rebasó los límites de lo inverosímil y tiró fuera. En la jugada siguiente, Stelea no atrapó la pelota y Bassir mostró más tino para aprovechar el regalo.
Incluso por ese modo tan azaroso de resolverse el partido, la tarde invitó a la depresión. Por la lluvia, por el ejercicio de nostalgia del público y por la miseria blanquiazul. El Salamanca tampoco hizo mucho por elevar el tono, pero estuvo en su papel: un equipo ordenado y pulcro, con algunos futbolistas interesantes como Rogerio o Giovanella, pero al que le faltó desparpajo para aprovecharse de la languidez gallega. Y su ofensiva llegó demasiado tarde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
El Rayo celebra con un festín de goles ante el Drita su pase a octavos de la Conference
Finabien Paisano: las claves del programa dirigido a migrantes que envían remesas
El Valencia Basket, muy incómodo en Israel, cede ante el Maccabi
Estados Unidos sanciona a 29 buques de la “flota fantasma” iraní y endurece la presión sobre Teherán y Venezuela
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16




























































