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Tribuna:MUERE EL GENOCIDA DE CAMBOYA
Tribuna
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El profesor y la muerte

Antonio Elorza

Pol Pot se sirvió a lo largo de su vida de muchos nombres, pero el suyo verdadero era Saloth Sar. Nacido hace 73 años, su familia tenía estrechas relaciones con el Palacio en Phnom Penh: allí trabajó su hermano y su hermana Saroeun llegó a ser concubina del rey Monivong. Parecía, pues, destinado a formar parte de la élite camboyana. Estudió en una escuela católica, sufrió la disciplina de un monasterio budista y durante tres años estuvo becado en Francia. Volvió hecho un afable profesor de literatura francesa, aficionado a Rimbaud y a Verlaine, pero también convertido en militante comunista, pronto clandestino y sometido al riesgo de muerte que implicaba la represión del rey Shihanuk. La doble vida llevada durante 10 años concluyó en 1963, cuando ya era responsable político de Phnom Penh. Desapareció en el maquis y su identidad quedó borrada bajo las designaciones de "Hermano Secretario" y "Hermano Número Uno". Desde la sombra dirigió la guerrilla de los jemeres rojos y sólo emergió de nuevo como Pol Pot igual a Saloth Sar en 1977. Hasta entonces, incluso había ocultado que era el Partido Comunista quien ejercía el poder desde el 17 de abril de 1975 en la nueva Kanipuchea. Sólo había el Angkar, la omnipresente organización que dirigía el gigantesco experimento de pedagogía y terror, cuyos "ojos de piña" fundían el totalitarismo estalinista y las formas de control mágico de los espíritus (neak ta) sobre la comunidad rural. La intervención militar vietnamita le hizo salir del país el 7 de enero de 1979. Pero gracias a la ayuda tailandesa, con el respaldo de Estados Unidos, pudo rehacer sus bases en las zonas rurales del país, al tiempo que su alianza con el rey Shihanuk en 1982. Buena parte de Camboya volvió bajo su dominio en 1996, pero luego las disidencias internas le debilitaron hasta convertirle en prisionero de sus propios hombres.

En la utopía sanguinaria de los jemeres rojos, la voluntad pedagógica de Pol Pot se apoyó en la experiencia maoísta del Gran Salto Adelante para forjar un nuevo país de campesinos revolucionarios, "los diamantes de la tierra". "No hay más que una clase", proclamó, "la clase campesina". Las ciudades fueron vaciadas sin previsión ni recursos algunos, y sus habitantes, convertidos en "pueblo nuevo" o "del 17 de abril", hubieron de instalarse en los campos para trabajar hasta la extenuación bajo la dirección del "pueblo antiguo", los campesinos obedientes a su vez hacia el Angkar, que todo lo veía y todo lo castigaba. La menor desobediencia o la enfermedad llevaban a la muerte. "El que proteste es un enemigo, el que se opone es un cadáver", "los enfermos no necesitan comer", "con el Angkar, es un salto adelante prodigioso", eran las consignas.

Desde una posición nacionalista los jemeres rojos se veían como herederos de los constructores de Angkor. Pero sin técnica y sólo a base de castigos y muerte, los proyectos de irrigación fracasaron, y entonces la represión recáyó también sobre el "pueblo antiguo" y Ios microbios" de la propia organización. Para detectar esos microbios creó Pol Pot centros de detención y exterminio como Tuol Sleng en Phnom Penh.Resultado: interminables autobiografias al modo de la Tercera Internacional, tortura y muerte hasta para los hijos menores de los detenidos. En total, según Sliwinski, casi un millón de camboyanos ejecutados y un millón muertos de hambre sobre ocho millones. Fue el balance de su "radiante revoluci

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