24 videoclubes alquilan a menores cintas violentas y eróticas
El 80% de los videoclubes de 13 distritos de Madrid investigados por encargo del Defensor del Menor alquilaron a niños de 12 años películas con altos contenidos de violencia y sexo. Las cintas que 24 de las 32 tiendas analizadas facilitaron a los menores fueron Asesinos natos, Las edades de Lulú, La chaqueta metálica y The Quest, todas ellas no recomendadas para menores de 18 años. El Defensor del Menor ha solicitado al Gobierno un reglamento de protección sociocultural de los más pequeños.
Javier Urra, Defensor del Menor, ha enviado un resumen de la investigación sobre videoclubes a la Asamblea de Madrid donde se reflejan los principales resultados de un trabajo que encargó a la fundación general de la Universidad Complutense. Urra perseguía un objetivo: "Comprobar la actitud de los dependientes de videoclubes ante un menor que pretende alquilar películas con alto contenido de violencia y no aptas para su edad". De paso, quiso saber si había una diferencia entre zonas a la hora de atender a menores en estos establecimientos. El profesor Miguel Clemente Díaz dirigió el estudio, que, según ha explicado Urra a los diputados autonómicos en su memoria anual, se publicará completo en un libro junto a otras investigaciones de su departamento.
Para la investigación se escogieron al azar 13 distritos de la capital: Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán, Fuencarral, Moncloa, Latina, Carabanchel, Ciudad Lineal, Hortaleza y Villaverde. Y de cada distrito se eligieron, también al azar, tres establecimientos de alquiler de cintas de vídeo evitando las repeticiones entre las grandes cadenas de comercialización de las películas.
"Para realizar la investigación se contó con la participación de niños, todos menores de 12 años", explica Urra. Y añade: "Se eligió la edad de 12 años debido a que la primera de las clasificaciones que aparecen en las películas limitando la edad de visionado se establece a los 13 años, es decir, por encima de la edad testada". En cada videoclub entraba solo el menor, de 12 años, y pretendía alquilar cuatro películas, todas recomendadas para mayores de 18 años y de contenidos violentos. El Defensor del Menor define así las cintas seleccionadas para la investigación:
- Asesinos natos: contiene violencia con armas de fuego.
- Las edades de Lulú: violencia unida a sexo (violación) y manipulación de un menor.
- La chaqueta metálica: violencia socialmente aceptada e institucionalizada (guerra).
- The Quest: violencia física y con armas blancas.
Cada vez que entraba un niño de 12 años a alquilar estas cintas llevaba un carnet del que no era titular y la instrucción de no engañar a los dependientes si éstos le preguntaban la edad u otras cuestiones relacionadas con la película que solicitaban. Seguimiento de un adulto
Antes de la entrada del menor al establecimiento, un adulto que trabajaba en la investigación accedía al local y seguía los acontecimientos. "Una vez que sale de la tienda", explica el Defensor del Menor, "el adulto comenta con el pequeño lo ocurrido y apunta las observaciones, obviamente retirando las películas al niño". ' Los menores consiguieron alquilar las películas de la lista elaborada para la investigación en 24 de los 32 videoclubes que visitaron. "En muchos establecimientos, lejos de impedir al menor hacerse con películas violentas, se las facilitaban, buscándolas en las estanterías y permitiéndole al menor llevárselas a casa y pagarlas cuando las devolvieran", indica Urra en su memoria.
Los ocho establecimientos que negaron el lote de cuatro películas a los pequeños lo hicieron por dos motivos:
- "El menor no estaba autorizado por el titular del carnet para alquilar ningún tipo de películas (no sólo las violentas o con contenido sexual)".
- "El dependiente consideraba que el menor no debía ver aquellas películas y así se lo hacía saber, advirtiéndole que aquellos vídeos que deseaba alquilar no eran para su edad".
Tras descubrir la situación anómala de 24 videoclubes, el Defensor del Menor apunta en su informe las dificultades legales que existen para sancionar a estos locales. "No parece que haya una normativa clara respecto a la actuación que se debe tener con los menores en este tipo de establecimientos, puesto que simplemente aparece una recomendación (ejemplo: no recomendada para menores de 18 años), pero nunca una prohibición, por lo que los dependientes no estarían infringiendo ninguna normativa respecto a pensar quién puede ver la película, pero sí en lo referente a quién la está alquilando".
El estudio del Defensor del Menor también analizó los distritos donde, supuestamente, le resultaba más fácil a un niño de 12 años alquilar las cintas violentas y eróticas. Los establecimiéntos de siete distritos (Salamanca, Chamartín, Moncloa, Latina, Carabanchel, Hortaleza y Villaverde) no pusieron ningún impedimento. En Centro, Arganzuela, Tetuán y Fuencarral, por cada establecimiento que prohibía a los pequeños alquilar las películas había dos que se las facilitaban. Sólo Retiro y Ciudad Lineal negaron a los pequeños los vídeos.
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