Acto de reconciliación de dos rivales en Toledo

Apretones de manos e incluso algún abrazo delante de los focos entre el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y José Borrell destacaron anoche como gesto de reconciliación en el acto que congregó en Toledo a medio millar de socialistas a los que el ex ministro pidió su apoyo en las elecciones primarias.Bono actuó como maestro de ceremonias y presentó al candidato reconociendo su mérito por moverse en un partido, el PSOE, en el que "hace poco tiempo se decía que quien se movía no salía en la foto. Ya no tenemos retratistas que nos coloquen", puntualizó. Y propósito de enmienda por parte de Borrell al afirmar que será un placer que cuando concluyan las primarias, los dos salgan "mucho más amigos" de lo que han entrado y compartan "en el futuro proyectos políticos".

Sobre el apoyo de Bono a Almunia, reconoció que "tiene todo el derecho a expresar su opinión" al tiempo que apuntó que hay que evitar cualquier apariencia que enturbie el proceso insistiendo en que la organización del partido tiene que permanecer neutral. En cualquier caso, Borrell destacó que los votos que reciba de los militantes de Castilla-La Mancha no se tienen que traducir en enfrentamientos al presidente de esta región. "Que nadie intente utilizar las libres opiniones para situarme en contra de nadie, porque no lo estoy".

Al margen de apoyos y roces, Borrell insistió en que las primarias deben servir "para restañar viejas polémicas y reforzar la amistad".