Borrell pedirá hoy a la ejecutiva que las papeletas de votos sean enviadas al domicilio de todos los militantes
José Borrell considera inaceptable que se siga difundiendo sotto voce a la militancia que si Joaquín Almunia pierde las primarias se producirá un desastre en el PSOE. Un mensaje que expresó en voz alta José Bono pero que es idéntico al que están propagando en voz baja otros muchos dirigentes, según Borrell. Éste pedirá hoy a la Ejecutiva Federal que ponga fin a esas advertencias amedrantadoras -ayer arguyó que si es una catástrofe que pierda las elecciones el secretario general para qué han sido convocadas las primarias- y defenderá el envío por correo a todos los militantes de las papeletas de voto de ambos candidatos para favorecer al máximo la participación y la libertad de elección.El ex ministro de Obras Públicas y ex secretario de Estado de Hacienda elogió ayer el clima de movilización, de compañerismo y de respeto con que se viene desarrollando la campaña, pero enfatizó que es preciso cumplir hasta el último minuto las máximas exigencias de transparencia, porque la menor sombra desluciría el éxito que están suponiendo ya para el PSOE las primarias. Una iniciativa que ha recargado las pilas del partido según él. "Estábamos con un tono vital bajo, y hacía falta un revulsivo", exclamó.
Borrell cree que todavía es necesario un esfuerzo para que el ejercicio de la democracia interna resulte un ejemplo intachable. Una reflexión que además de ir en una dirección favorable para el PSOE como partido beneficia a sus intereses como candidato en esta pugna. Lo mejor, la máxima garantía para la libertad de elección y el secreto del voto, argumentó, es que cada militante disponga en su casa de las papeletas de los dos candidatos. Una facilidad que además redundaría en favor de la participación.
No obstante, si la Ejecutiva Federal decide hoy que eso no es posible por insalvables dificultades económicas, él no planteará un conflicto y dará por zanjado el asunto, según adelantó ayer en un almuerzo coloquio con unos 250 militantes y simpatizantes del PSOE leonés. Ante ellos se presentó como un candidato al que la sociedad puede ver con capacidad de atraer a los votantes que en las pasadas elecciones retiraron su apoyo al PSOE, para mostrar su sanción por los casos de corrupción, y algunos de los cuales optaron por Izquierda Unida. Como en otras ocasiones, defendió que tiene que haber un imprescindible trasvase de votos desde IU hacia el PSOE para que éste pueda ganar las próximas elecciones al PP.
Preocupado por la simplificación que suelen entrañar las etiquetas políticas, Borrell aseguró que no es el candidato de ningún sector del partido ni tampoco de una zona geográfica -Cataluña-, sino de la mayoría del PSOE, si obtiene su apoyo, máxime cuando estas elecciones terminan de una vez por todas, según él, con divisiones como las de "guerristas" y renovadores".
Borrell consideró también una página del pasado "los Roldanes y los Rubios", ya que el PSOE está volviendo a suscitar interés e ilusión en muchos ciudadanos. "Si el candidato que elegís para la presidencia de Gobierno soy yo, Joaquín Almunia seguirá de secretario general, porque estoy seguro de que cumplirá con el compromiso que le dio el congreso del partido y juntos haremos todo lo posible por ganar las elecciones. Y si gana Joaquín, yo seré el primer puntal a su lado. Cualquiera que sea el ganador tendrá detrás todo el apoyo del partido. Ésa es la grandeza de lo que estamos haciendo".
En una conferencia de prensa previa, agradeció el ofrecimiento de unos 5.000 militantes para actuar como representantes de su candidatura en las votaciones que se llevarán a cabo en las agrupaciones socialistas, y reservó sus críticas para el Partido Popular.
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