Clinton pide a la fiscal general que reabra el caso de Martin Luther King

Bill Clinton ha pedido a Janet Reno, Fiscal general de Estados Unidos, que escuche las reclamaciones de la viuda y los cuatro hijos de Martin Luther King y estudie la posibilidad de abrir una nueva investigación sobre el asesinato del líder negro. La familia King está convencida de que organismos de seguridad del Gobierno del entonces presidente Lyndon B. Johnson participaron en una conspiración para asesinar al premio Nobel de la Paz.Reno, según ha informado Rahm Emanuel, un consejero de la Casa Blanca, tiene la última palabra. Ella debe decidir si hay razones para abrir una investigación oficial. Lo que Clinton le ha pedido es que se contacte con la familia King y reciba las nuevas pruebas que ésta dice tener sobre la participación de organismos gubernamentales en el atentado que terminó con la vida del campeón de los derechos civiles de los afroamericanos. El pasado jueves, Coretta Scott King se dirigió directamente a Clinton en una conferencia de prensa celebrada en Atlanta y le pidió la creación de una comisión oficial de investigación sobre el atentado de Memphis. Según la viuda de Martin Luther King, la familia está al corriente de la existencia de testigos y documentos que señalan que el FBI y la CIA habían llegado a la conclusión de que debían "eliminar" a King. En su opinión, James Earl Ray, el francotirador condenado por el asesinato, tiene razón cuando se autoproclama un chivo expíatono.

A comienzos de la primavera de 1968 King había decidido lanzar un gran movimiento interracial contra la guerra de Vietnam y la pobreza en Estados Unidos. Está probado que esa perspectiva inquietaba sobremanera a John Edgar Hoover, el siniestro director del FBI. Hoover sometió a King a estrecha vigilancia, intentando buscar pruebas de que era "una agente comunista". También quiso, desacreditarle, enviando incluso a Coretta cartas y cintas relacionadas con presuntas aventuras extraconyugales de su marido.

A partir de ese hecho y de las lagunas de la versión oficial del asesinato, la muerte de King, como la de los hermanos John y Robert Kennedy, alimenta toda suerte de teorías conspirativas.