Un japonés, bretones y vasco-franceses
Las declaraciones de Mikel Azurmendi confirman la extensa y sólida red de apoyo con que sigue contando ETA en territorio francés. En este entramado no sólo hay bretones y vasco-franceses, sino también un japonés llamado Makoto N. Asegura Azurmendi que este nipón le dio alojamiento en su casa al menos en dos ocasiones: una en junio de 1992 y otra a finales del verano de 1995, tras abandonar el comando Madrid.Azurmendi recuerda que durante este período de descanso en Francia, en 1995, formó parte de un comando constituido por varios destacados miembros de ETA que intentó asaltar un polvorín próximo a la localidad de Rennes. El objetivo era, lógicamente, apoderarse de un buen cargamento de explosivos.
Mientras cuatro o cinco activistas permanecían vigilantes en los alrededores, Juan María Insausti Mujika, Karpov, entró en el polvorín. Rompió una verja y después agujereó una pared, "momento en que sonó una alarma y provocó la huida del comando", según recuerda Azurmendi.
La fallida operación se produjo en una fecha indeterminada, después de que Azurmendi se viera obligado a esconderse en Francia a raíz de que la policía detuviera a Jorge García Sertucha en Palma de Mallorca. Éste fue arrestado en agosto de 1995 cuando formaba parte de un grupo que pretendía asesinar al Rey.
Pelopintxo, en libertad
Ayer mismo, quedó en libertad sin cargos el histórico dirigente etarra Sabino Euba Cenarruzabeitia, Pelopintxo, detenido el pasado miércoles en Porto Vecchio, en el sur de la isla de Córcega, según informa Efe citando fuentes judiciales francesas.Euba, de 61 años, al que actualmente se le considera alejado de la dirección de ETA, fue detenido a instancias de la juez antiterrorista Laurence LeVert en el curso de las investigaciones sobre el asesinato del prefecto corso Claude Erignac, ocurrido el 6 de febrero.
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