"Creo que será suficiente"

El Atlético conservó su silencio. No hubo declaraciones ni de Radomir Antic, ni de los jugadores. Por los rojiblancos, sólo habló Jesús Gil. Y sobre el partido ante los italianos, no dijo mucho. "No doy por perdida la eliminatoria", manifestó, "vamos a meterles un gol en Roma, a pesar de nuestras tres bajas, y además hay que tener en cuenta que allí vamos a tener a Kiko. Yo he bajado a felicitar a los jugadores, por que lo han dado todo". Sus palabras se centraron más bien en desmentir el fichaje de Zaccheroni, el entrenador del Udinese -"el encuentro del técnico con mi hijo fue casual", aseguró-, en suavizar las turbulentas relaciones que sostienen Antic y Vieri, y en decir que Futre está bien fuera del equipo. Y hasta el entrenador italiano dedicó más tiempo a opinar sobre el Partido que le viene e l domingo -ante el Juventus, vital para la Liga-, que sobre el que le enfrentó al Atlético. Parecía como sí todos quisieran pasar página enseguida.Goran Eriksson afirmó: "El 0-1 es un buen resultado. El Atlético ha tenido sus ocasiones, pero nosotros también. El tanteo ha sido justo. Creo que será suficiente, pero no estamos todavía en la final. Tenemos un 51% de posibilidades de pasar. No me ha decepcionado el rival y la prueba es que nuestros mejores jugadores han sido los defensas y el portero".

Luego, el técnico habló del estado del Lazio en general: "Estamos muy potentes, tanto física como mentalmente. El equipo juega con mucha confianza. No pierde la tranquilidad nunca, no es presa del pánico y sabe en cada momento lo que tiene que hacer. Seguramente ahora mismo somos una escuadra muy madura. Estoy contentísimo". Y enseguida pasó a opinar sobre el próximo rival: "Sé que nos jugamos el primer puesto, pero la Juve es mucha Juve".

Aunque recomendaron humildad y prudencia, como mandan las buenas costumbres, y pese a la advertencia de Eriksson -"no quiero oír a nadie hablar de final"-, los hombres del Lazio desfilaron por los vestuarios entre la tranquilidad y el placer de saberse en la final de París. Desde las gradas del Vicente Calderón todavía descendía un grito recurrente en la hinchada atlética, tras el pitido final de un partido desalentador: "¡Ole, ole, ole, Cholo Simeone". Momentos después, Dino Zoff, el mítico portero de Italia y actual presidente del Lazio, proclamó: "Hay que estar muy tranquilos, porque sólo hemos jugado 90 minutos y aún queda mucho por delante".

Zoff atendía a la prensa como en un círculo de aceite. Su serenidad -de porero- contrastaba con las exaltadas demostraciones de los priodistas y los jugadores italianos. 'Vieri no ha tenido una noche feliz", bromeaba entre risas un amigo del italiano del Atlético, el delantero Allen Boksic. "No diría que nos esperábamos este partido, pero hicimos un gran primer tiempo", comentó el croata, "sabíamos que íbamos a marcar un gol fuera de casa, que haríamos un buen partido". Paolo Negro desmentía con una risotada sus propias palabras: "Yo no soy optimista". Negro fue el hombre encargado, junto con el defensa central argentino Chamot, de marcar a Vieri. 'Lo que más me impresionó de él es lo que corre. No es el típico delantero centro, nunca se queda en el mismo sitio". Chamot se encargó de justificar al rojiblanco: "Vieri se encontró un poco solo adelante, pero sorprendió por su capacidad de sacar tiros al aire al arco en cualquier momento".

Chamot hizo un examen de la actuación de su rival: "El ambiente que presentó el Calderón fue muy cálido, el público estuvo animando al equipo incluso con un gol en contra, y eso es muy bueno para el fútbol. Tal vez yo esperaba que el Atlético hiciera algo más jugando de local, pero en eso el mérito también fue nuestro". Preguntado por la ovación del público a su compatriota Simeone, Chamot dijo que se alegraba mucho por "un hombre que se nota que ha dejado una señal en este club".