Un enfermero admite haber matado a 50 terminales
Un enfermero del Centro Médico Adventista de Glendale (California) se declaró ayer culpable de haber matado a 50 pacientes terminales "por razones humanitarias". Las muertes se han venido produciendo desde hace varios años, probablemente desde 1992.El detenido, Efrén Saldívar, aseguró que sus actos eran eutanasias en las que utilizaba inyecciones letales o disminuía el volumen de oxígeno que necesitaban los enfermos para respirar.
Saldívar estaba en cuidados respiratorios desde 1989. Por el momento no se han presentado cargos contra él, aunque las autoridades sanitarias sí le han suspendido la licencia para ejercer.
Ante la policía, Saldívar admitió que tenía un criterio propio a la hora de actuar. Los pacientes tenían que ser terminales, estar inconscientes, hallarse próximos a fallecer por causas naturales y encontrarse bajo lal órdenes facultativas de no intentar reanimarles en caso de paro cardiaco.
"Se enorgullecía de ese criterio a la hora de escoger a sus víctimas", declaró ayer un portavoz de la policía.
El número exacto de víctimas aún no ha sido determinado.
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