_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Casa de Galicia

Aunque soy gallega, llevo nueve años afincada en Madrid y por fin me decido, este martes 17 de marzo de 1998, a visitar la llamada Casa de Galicia, sita en esta misma ciudad. Quería asistir a una conferencia anunciada en el programa de actividades de este centro, aunque me vi obligada a aparecer antes para no perdérmela, puesto que el citado tríptico carecía de un detalle insignificante: el horario de las actividades previstas. "De todas formas", pensé, después de enterarme de que el acto tendría lugar a las ocho, "tengo tiempo para consultar quizá aquel DOG (Diario Oficial de Galicia) que me interesaba", puesto que a través de Internet sólo disponemos de un sumario, "o al menos me dirán dónde puedo encontrarlo".El guarda me informa de que el horario de oficinas es de nueve de la mañana a dos de la tarde. "Muy bien", pensé yo de nuevo (¿quién me mandará pensar?), "especialmente ideado para los que trabajamos". En fin, todavía me quedaba la pintura de los dos autores que allí exponían para consolarme y me decidí a contemplarla. En la segunda planta, por donde continuaba la solitaria exposición, me encuentro una mesa repleta de folletos y revistas que parecía interesante. Me detengo a ojearlos y se me ocurre, ¡atrevida de mí!, sentarme en uno de los sillones que rodeaba dicha mesa. El segundo guarda me indica amablemente que no está permitido sentarse. Como no doy crédito a lo que estoy oyendo, pregunto si alguien lo ha ordenado expresamente. ¡Y me dice que sí! No creo que una persona que hasta entonces había sido correcta y hasta amable conmigo, se invente esto de repente. Lo que ya no dudo tanto, discúlpenme si me equivoco, es que alguna persona que posee un cargo en este centro utilice el poder que los ciudadanos y contribuyentes le otorgamos para dictar órdenes tan prepotentes y poco atractivas.

Lo malo es que si este suceso no constituye un hecho aislado en España, mucho menos lo es en Galicia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_