La Comisión Europea da luz verde a una zona euro tan potente como el área dólar
El euro está al alcance de la mano. La zona inicial de la moneda única europea será, de entrada, tan potente como la economía estadounidense. El respaldo del euro será igual al del dólar.
Con el entusiasmo y la solemnidad de las jornadas históricas, la Comisión Europea presentó ayer públicamente al Parlamento su informe de convergencia —similar al del Instituto Monetario— y su "recomendación" de que accedan 11 países candidatos. Bruselas hace particular hincapié en que los buenos resultados macroeconómicos son sostenibles en el futuro.
El día venía cargado de simbolismo, al coincidir con el 41 aniversario del Tratado de Roma que fundó el Mercado Común. Lo subrayó ante los parlamentarios el presidente de la Comisión, Jacques Santer, al presentarles la propuesta oficial de que Bélgica, Alemania, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, Austria y Finlandia sean los socios fundadores de la moneda única.
Once países, pues, como se preanunció. Una lista que los jefes de Gobierno deberán confirmar en la cumbre del euro, el primer fin de semana de mayo. Una masa crítica impensable hace poco tiempo: "Nada estaba ganado de antema no", manifestó Santer, recordando "las sonrisas conmiserativas que recibía hace apenas dos años cuando expresaba mi convicción de que el euro llegaría, lo haría en la fecha prevista y abarcaría un número sustancial de Estados miembros".
Potencia económica
Los 11 candidatos son todos y cada uno de los aspirantes con posibilidades. Sólo quedan fuera el Reino Unido y Dinamarca, que gozan de una cláusula de exclusión recogida en el Tratado de Maastricht. Y otros dos que incumplen los criterios de convergencia: Grecia no responde aún a ninguno, pero se acerca velozmente. Y Suecia, que no quiere ingresar aún, y aunque pasa el examen de los requisitos fundamentales (deuda, déficit e inflación), sus pende en cuanto a la estabilidad de su tipo de cambio y a la independencia de su banco central.
Si la cumbre aprueba en mayo la lista propuesta por Bruselas —de lo que ya nadie duda—, la zona del euro se inaugurará el 1 de enero de 1999 con un potencial similar al de la economía de EE UU. Los Once, con 290 millones de habitantes, suponen el 5% de la población mundial, por el 4,6% la estadounidense (268 millones). Exhiben un producto interior bruto (PIB) que representa el 19,4% del mundial (EE UU, el 19,6%; y Japón, con 126 millones de habitantes, el 7,7%). Y son, sin necesidad del Reino Unido, la primera potencia comercial. Representan el 18,6% de las transacciones mundiales (630.000 millones de ecus, 105 billones de pesetas), contra el 16,6% de EE UU y el 8,2% del Japón.
"Si proponemos 11 es porque 11 cumplen los criterios", dijo Santer (ver cuadro). Lo más notable es que estos "excelentes" resultados de convergencia se han lo grado "en una coyuntura nada propicia", subrayó. Eso acredita su sostenibilidad, algo a lo que el informe dedica la mitad de sus 200 páginas, mirando con lupa que las operaciones singulares de 1997 (privatización de France Télécom, venta de oro) hayan sido sustituidas por otras duraderas en 1998, y que los gastos de inversión superen los corrientes. "La reducción del déficit se ha logrado pese a un crecimiento relativamente débil en los dos últimos años", abundó el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy.
"Sólo una pequeña parte de la mejora puede atribuirse a la reactivación económica; la parte esencial es consecuencia de las políticas de ajuste presupuestario", precisó Silguy. Es decir, el déficit se redujo al 2,4% del PIB en 1997, o sea, 1,8 puntos respecto de 1997. De esta cantidad, sólo una décima se debe a la mejora del ciclo (crecimiento), y 1,7 puntos al ajuste del cinturón. Según el Derecho Romano, quien puede lo más puede también lo menos. Si en tiempos de cólera se logran resultados saneados, ¿qué no ocurrirá en época de bonanza?
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