Paros en el metro

Contestando a la Protesta publicada el pasado 21 de febrero de 1998 en esta sección, quiero dejar claros una serie de puntos a la citada trabajadora. Efectivamente, es lamentable tener que "perjudicar" a otros con manifestaciones, pero es mucho más lamentable el hecho de tener que llegar a los extremos de la manifestación para poder reclamar algo que es tuyo, y que tanto empresas como Gobierno no tienen la honradez de darte por la vía del diálogo. En cuanto a los trabajadores de Metro, no luchan sólo por dos pesetas de subida salarial, sino por algo mucho más importante: la defensa de su puesto de trabajo y el dinero de sus jubilados.La empresa pretende una desregularización absoluta de la plantilla y de las condiciones laborales; se está destruyendo empleo, y se pretende llevar a cabo una privatización encubierta.

Pregunte usted al Gobierno por qué no soluciona problemas tan graves, por qué se nos guía a un modus vivendi tercermundista mientras se dice que España va bien. Pregunte por qué se manifiestan los trabajadores, que no es precisamente por gusto.

La incivilización, señora, no es cuestión de los que se manifiestan, sino de los que provocan la manifestación, y la "presión" puede estar en manos de cualquiera como instrumento para conseguir una vida mejor, no solo en manos de un colectivo.

Salga usted a la calle como hacen en Francia y luche por sus derechos en lugar de criticar a sus iguales en cuanto a la clase social. Sea solidaria y no trate de incívicos a aquellos que sólo pretenden que todos vivamos mejor. Si es trabajadora, actúe como tal, y si tiene un método mejor, paténtelo: todos se lo agradeceremos.- .