Pequeño homenaje
El 26 de noviembre de 1899, 12 oficiales españoles prisioneros de los filipinos fueron liberados por las fuerzas americanas del acorazado Oregon, en el pueblo de Vigan. Uno de estos oficiales, el médico don Antonio Pérez Moreno, era mi bisabuelo. Al cumplirse ahora un siglo de aquellos acontecimientos (aunque él como prisionero no volvería a su país hasta un año después) y cuando se publican artículos y se escriben libros sobre los héroes de Filipinas, quiero rendir mi pequeño homenaje a un hombre que formó parte de la historia de este país, que volvió cansado y enfermo a causa de los horrores que vivió en la guerra y que debido a esto no pudo seguir ejerciendo su profesión en España.Para sobrevivir y poder mantener a sus seis hijas, mi bisabuela tuvo que ir vendiendo los pocos objetos de valor que poseía. De nada sirvieron las medallas, los héroes como él son muy pronto olvidados; es por eso por lo que quiero que su nombre conste en estas páginas, ya que don Antonio Pérez Moreno fue también un héroe de Filipinas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.