Radicalismo 'verde'

LA RADICALIZACIÓN ideológica de los verdes alemanes no sólo supone la pérdida de influencia de los realistas en este movimiento alemán que ya comienza a tener tradición, sino que merma las posibilidades de un Gobierno de coalición con los socialdemócratas de Gerhard Schröder tras las elecciones del 27 de septiembre. La aprobación de este programa radical en el congreso de los verdes en Magdeburgo ha permitido recuperar la iniciativa al canciller democristiano, Helmut Kohl. Lo que indica que todas las posibilidades están aún abiertas., incluida la de una coalición de gobierno entre socialdemócratas y democristianos, si la línea radical prevalece en los verdes e impide la creación de una mayoría gubernamental con los que son sus socios en algunos Estados federados (länder) y ayuntamientos.El SDP prevé no ganar con mayoría absoluta, pero sí suficiente para formar una coalición de gobierno con los verdes. Pero esta perspectiva puede cerrarse ante algunos despropósitos programáticos adoptados en Magdeburgo: entre ellos, subir los impuestos sobre la gasolina -de modo que se multiplique por tres su precio para financiar contribuciones sociales-, oponerse a la presencia de soldados alemanes en la fuerza de pacificación de Bosnia o contemplar la disolución de la OTAN para crear una organización pacifista en Europa que englobe a Rusia. Kohl ha saltado sobre esta última propuesta, agitando el espectro de "un grave peligro para la seguridad de Alemania" si prospera. No obstante, hay otras propuestas verdes -como la supresión del servicio militar obligatorio- que tienen mayor calado en un partido que pretende recuperar las profundas raíces pacifistas crecidas en Alemania tras la derrota de Hitler y con la guerra fría. El triunfo de los fundamentalistas verdes sobre los más moderados pone las cosas más difíciles a Schröder. El SDP tendrá que ahora que explicar, aún más, con quién y cómo pretende gobernar.