Los 'barones' del PSOE rechazan que las autonomías puedan bajar los impuestos
El PSOE está a punto de encontrar el equilibrio interno entre jacobinos y autonomistas para presentar su modelo sobre "la estructura del Estado", pero de momento ganan quienes rechazan la posibilidad de las comunidades autónomas de poder bajar impuestos. La mayoría apuesta por la creación de una cesta de tributos como fórmula para que no se den desigualdades entre autonomías. Así lo decidieron ayer los secretarios regionales del PSOE, que rechazaron una redacción inicial que tenía el visto bueno de la Ejecutiva federal, según la cual las autonomías podrían utilizar una "determinada capacidad normativa".
Los barones del PSOE, reunidos en Toledo en el Consejo Político Territorial, apostaron incluso por suprimir toda referencia a la capacidad normativa. Esto pareció excesivo a los miembros de la Ejecutiva presentes que vieron en esa decisión un motivo de conflicto con los socialistas catalanes, a los que el secretario general, Joaquín Almunia, atribuyó "una sensibilidad más favorable a asumir la capacidad normativa".Durante casi 10 horas, los secretarios regionales del PSOE analizaron los 49 folios que presentó el secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, con el epígrafe "La estructura del Estado". Para la redacción de este documento, Jáuregui ha mantenido reuniones bilaterales con cada uno de los secretarios regionales socialistas. Hubo un primer borrador con distintas modificaciones hechas por la Ejecutiva federal y otro con las aportaciones de los jefes territoriales. Ayer, en Toledo, era el momento de darle el visto bueno antes de proceder a su aprobación el próximo día 21 en un comité federal.
También habrá cambios ante los resquemores que el apartado de financiación causó en al menos ocho de los líderes territoriales presentes: Jesús Quijano (Castilla y León); el anfitrión José Bono, presidente de Castilla-La Mancha; el secretario regional de esa federación, José María Barreda; el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; el presidente andaluz, Manuel Chaves; el secretario de los socialistas gallegos, Francisco Vázquez; el asturiano Luis Martínez Noval; y el líder de los socialistas madrileños, Jaime Lissavetzky, pusieron de manifiesto que los socialistas no podían hacer dejación de los principios de igualdad y solidaridad por una determinada articulación del Estado. Éste es el hilo conductor que cada cual a su manera expuso para rechazar la parte del documento que otorga a las comunidades autónomas "determinada capacidad normativa".
El final de esta historia será el mantenimiento de las dos palabras, pero con el añadido de que esa capacidad normativa nunca podrá ser utilizada a la baja, es decir, para bajar impuestos, ya que eso daría lugar a desigualdades entre comunidades, además de a notables agravios comparativos. Según el modelo socialista, esa capacidad podrá ser al alza, es decir, para subir impuestos, pero Joaquín Almunia se mostró notablemente escéptico ante la posibilidad de que ningún Gobierno autonómico vaya a dar el paso impopular de subir la presión fiscal.
Todos los ojos estaban puestos en el primer secretario de los socialistas catalanes, Narcís Serra, a sabiendas de que el PSC aprobó hace poco un modelo de financiación muy cercano a los nacionalistas y alejado del PSOE. En aras de la unidad, quienes proponían suprimir toda referencia a la capacidad normativa lo dejaron para no abrir un conflicto interno con sus compañeros de Cataluña. Serra no quiso ayer entrar en esta cuestión y puso el énfasis en la importancia de este documento, por el que el PSOE apuesta por un "impulso federal" de España.
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