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El 'caso Lewinsky' está agotando la paciencia de los republicanos

El Congreso de EE UU podría amonestar simbólicamente a Bill Clinton por el caso Lewinsky si no se encuentran razones legales suficientes para abrirle un proceso de impeachment o destitución, según ha adelantado Trent Lott, líder de la mayoría republicana en el Senado. Lott también ha expresado el malestar de los parlamentarios republicanos por la lentitud y tortuosidad con la que el fiscal independiente Kenneth Starr está conduciendo su investigación sobre este escándalo de sexo y mentiras.

Starr, que es simpatizante republicano, "ya ha tenido bastante tiempo", según Lott. "Ha llegado la hora", dice el líder republicano en el Senado, "de que enseñe sus cartas. Si tiene algo, debe mostrárnoslo, hacer algo, acusar a alguien. Si no tiene nada, debe cerrar el caso".

Para olvidarse del asunto, amonestar al presidente demócrata o incluso abrirle un proceso de amonestación, el Congreso, cuyas dos cámaras tienen mayoría republicana, necesita que Starr termine sus investigaciones y diga qué es lo que ha encontrado. A la séptima semana de escándalo, el fiscal ni tan siquiera ha convocado a declarar ante el gran jurado a la principal protagonista: la ex becaria de la Casa Blanca, Monica Lewinsky.

El jueves, Starr y William Ginsburg, el abogado de Lewinsky, todavía seguían discutiendo sobre la concesión de la inmunidad a la joven. Lewinsky, entretanto, vive como una especie de reclusa en el apartamento de su madre en el complejo Watergate.

La presidencia de Clinton, entre tanto, sigue siendo aprobada por una mayoría de los norteamericanos, que no desean que sufra un impeachment.

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