"¿Elecciones? ¡Ni idea!"

Los más de 122.500 estudiantes de la Universidad Complutense tienen a lo largo de todo el día de hoy una cita con las urnas. Se trata de un volumen potencial de electores superior, por ejemplo, al de una ciudad como Fuenlabrada. Sin embargo, muy pocos ejercerán, al final, su derecho al voto. Algunos no tienen ni idea de que hoy hay comicios en su facultad. Otros confiesan haber "oído algo", pero desconocen para qué sirven exactamente el claustro y la junta de centro cuyos representantes deben elegir. Y los más tienen la sensación de que todo este proceso no les incumbe en demasía, de que "da lo mismo" quién se haga con la victoria. Las elecciones más trascendentales de los últimos años, como se las ha calificado estos días en los mentideros universitarios; la votación que abrirá el camino al primer rector de la Complutense en el siglo XXI, obtienen entre los alumnos la inequívoca respuesta de la indiferencia. Este claustro (algo así como el Congreso de los Diputados del campus) tendrá que elegir al rector en el año 2000, cuando expira el mandato de la actual máxima autoridad académica, Rafael Puyol. Sus opositores han insinuado que Puyol debería adelantar las elecciones, pase lo que pase hoy, pero el rector es muy remiso a ello: no cree oportuno que la comunidad universitaria continúe más meses enfrascada en el presente ajetreo electoral. El claustro lo componen 604 integrantes, de los que 388 son profesores; 150, estudiantes, y 66, representantes del personal de administración y servicios.A lo largo de los últimos 15 años, el dominio de los sectores moderados y conservadores ha sido abrumador en los órganos de gobierno. En contraposición, estos comicios han contado en sus prolegómenos con la novedad de la ofensiva de los profesores y decanos de izquierdas, capaces por una vez de coordinarse en una "plataforma de progreso". Es un grupo heterogéneo, sin duda, y en el que no siempre se han cerrado viejas heridas entre los docentes vinculados al PSOE y los más próximos a Izquierda Unida. Pero tienen clara una cosa, por lo demás evidente: el perfil de Puyol, el hombre al que Alberto Ruiz-Gallardón llegó a ofrecer la Consejería de Medio Ambiente, no resulta de su agrado.

Exámenes de por medio

Todos estos alicientes no han sido bastantes para movilizar al alumnado. Y la fecha elegida para la votación, cuando muchos universitarios aún andan enfrascados con los exámenes de febrero o acaban de ventilarlos, ha contribuido a la apatía. "Estos días apenas pisamos la facultad", advertía ayer Paula, alumna de tercero de Medicina. "Mañana no tengo clase, no vendré y, en consecuencia, no votaré". Beatriz, compañera de fatigas, abundaba en la misma línea de indiferencia: "A los estudiantes nos da lo mismo que salgan unos u otros".Mari Ángeles estudia Biológicas, lleva cinco años en la carrera y ayer no tenía "ni idea" de que hoy pudiera introducir un par de papeletas en la urna. "En la universidad nadie tiene muy en cuenta a los estudiantes", se lamentó, "aunque nosotros tenemos buena parte de culpa. La delegación de alumnos no ha informado de nada". En cualquier caso, no votará: "He conocido la universidad con Villapalos y con Puyol. Más o menos hacen lo mismo".

En el edificio de Biológicas y Geológicas, los carteles alusivos a la convocatoria comparten espacio con cursos de ornitología o el cumpleaños de una tal Raquel. Algunos reclamos resultan chocantes: "Las elecciones también te incumben a ti. Vota a gente normal (sic) e independiente". El despliegue propagandístico es mucho más aparatoso en Ciencias de la Información, con pancartas de varias candidaturas y hasta de quienes no se presentan, "Nosotros no nos movemos por ti. Hazlo tú mismo. No delegues", proclama el colectivo Información y Libertad. Con todo, tampoco los futuros periodistas parecen muy entusiasmados. "Yo no he votado nunca, así que tampoco lo haré mañana. Dudo que sirva para algo", apuntó Alejandro, de quinto.

Tras un sondeo informal entre más de 30 universitarios, este diario sólo dio con uno que pensara depositar su voto. Se llama Luis, estudia tercero de Farmacia y su motivación es muy circunstancial. "Es que me ha tocado ser vocal de una mesa", confesó. Y añadió, con gesto de resignación: "No me hace mucha gracia, pero, ya puestos, votaré". Su compañera Maite encuentra otro problema: "Como las listas son nominales, a menos que conozcas al candidato, no sabes su ideología".

¿Qué pasará en las elecciones de hoy? Un líder socialista confiesa que un "buen resultado" para sus intereses sería alcanzar los 250 claustrales, en torno al 40% del total. "Con ellos no podríamos proponer un rector de los nuestros, pero sí allanar el terreno promoviendo un candidato de corte más centrista e integrador que Puyol", diagnostica. Pero Rafael Puyol está convencido de que sus apoyos son fieles y numerosos. "Se ha vendido la idea de que la izquierda aúna sus fuerzas para hacerme frente. Sin embargo, nada o casi nada se sabe de sus iniciativas concretas, de qué aspectos de mi gestión no les convencen", alega.

Elecciones a rectorado y juntas de centro. Mesas abiertas de 9.00 a 20.00. Los alumnos votan en su facultad o escuela. Profesores y personal administrativo, en el rectorado.