Gómez de Liaño sostiene que no había conspiración "porque faltaban los carros de combate"
Para el magistrado Javier Gómez de Liaño, la conspiración revelada por Luis María Anson para derribar a Felipe González no fue tal porque "faltaban los carros de combate". El no vio "por ninguna parte" los tanques, "necesarios siempre para cambiar la forma de Gobierno", y por tanto no cree "la historia" contada por el ex director de Abc, presente en las reuniones que ha desvelado. El responsable del juzgado de instrucción número 1 de la Audiencia Nacional se explayó sobre ese asunto, objeto de debate político en las últimas semanás, y opinó sobre el caso Sogecable, que él instruyó, en una entrevista en TVE una hora antes de acudir a tomar declaración al diputado socialista José Barrionuevo en relación con el caso Lasa-Zabala, que él instruye. Gómez de Liaño afirmó en varias ocasiones que sus decisiones en el caso Sogecable contaron con el respaldo del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal.Antes de contestar a la primera pregunta, en Los desayunos de TVE, quiso explicar su asistencia a la entrevista aduciendo que se trataba de una "invitación a la que me he resistido todo lo que he podido". Luego reclamó. libertad para "hablar como cualquier hijo de vecino", sin más limitaciones que la de ser juez, tras afirmar que no hay un panorama "donde la judicatura pueda expresarse con absoluta libertad... quizá porque la prudencia, la mesura así lo recomiendan".
Gómez de Liaño sostuvo que "el que la justicia se politice nada tiene de malo. La justicia, es política, porque política es el arte de la convivencia", se escudó. "Y si mediante la justicia pretendemos dar a cada uno lo suyo y resolver conflictos humanos, bien está que la justiciahaga esa labor política. En cuanto a la judicialización de la política, es verdad que están pasando casos y cosas que quizá se podían haber resuelto en otros ámbitos".
El magistrado espera, según dijo, que en el caso GAL se conozca "al menos la verdad procesal, la verdad judicial", pero a la vez deslizó una desconfianza: "La otra, la auténtica [verdad], no lo sé [si se conocerá]".
Tras haber visto revocadas por la sala de lo penal de la Audiencia Nacional casi todas las decisiones que tomó contra Sogecable, el magistrado afirmó que "no rectificaría ninguna de las decisiones" que adoptó si hoy cayese de nuevo ese asunto en sus manos. "Hay un matiz que no se ha querido destacar: el instructor actuó siempre a instancias o a favor de lo que pedía el fiscal, que contaba con el aval del fiscal jefe de la Audiencia Nacional y con el respaldo del fiscal general del Estado, que diariamente recibía una puntual información de lo que se hacía" sobre Sogecable.
Gómez de Liaño aprovechó la formulación de una pregunta para considerar una "paradoja" que el juez que instruyó ese caso haya pasado a ser instruido por una acusación de prevaricación, "el delito más grave del que puede ser acusado un juez". E insistió en que él se siente tranquilo porque actuó en ese sumario "de acuerdo con una parte imparcial, que es el fiscal, y en todo caso con el respaldo del fiscal general del Estado". Y subrayó que no será él quien cuestione la independencia, "extraordinaria", de Jesús Cardenal. El magistrado comentó que sobre el caso Sogecable puede hablar porque se encuentra apartado de ese sumario, si bien no añadió que e lmotivo de quedar apartado fue que otro magistrado halló motivos para aceptar la recusación presentada contra él por Juan Luis Cebrián, uno de los directivos de Sogecable imputados.
Gómez de Liaño afirmó que en ocasiones hay campañas de prensa que diariamente agreden a jueces, y enfatizó así su queja: "A veces no tenemos capacidad suficiente para resistir ciertas agresiones provenientes de determinados ámbitos".
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional dio a la "operación de acoso y derribo" relatada por Luis María Anson el carácter de "tormentilla en recipiente pequeño de agua". Según él, algunos quieren que esas revelaciones "cojan espuma" y sirvan de lanzadera para ataques partidistas. "No creo que en el caso de Luis María Anson existiese delito de conspiración para modificar la forma de Gobierno porque faltaban los carros de combate. Yo no los vi por ninguna parte, y son necesarios siempre para cambiar la forma de Gobierno". A lo que hicieron Anson y los otros periodistas se le llama, en democracia, "reunión", según Gómez de Liaño.
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