El rastro de la Legión Cóndor
Un arqueólogo cataloga las lápidas dedicadas a los alemanes muertos en la Guerra Civil
La guerra civil dejó un desconocido rastro en la región: una docena de monumentos funerarios dedicados a soldados alemanes muertos en combate. El arqueólogo Javier Pastor ha recopilado dónde se encuentran y cuál es su estado de conservación: un recorrido histórico que va de Vicálvaro a Cubas de la Sagra.El experto confiesa que su interés por las lápidas militares alemanas comenzó cuando su amigo Valentín González, presidente de Vicus Albus, una asociación vecinal de Vicálvaro, le llamó para hacerle una consulta. González quería saber el valor histórico de una lápida encontrada a las afueras del barrio. Se trataba de una piedra caliza que presenta una inscripción en alemán. Está dedicada a la tripulación de un Junker 52 que pertenecía a la Legión Cóndor (nombre que recibían los voluntarios alemanes que lucharon en España al lado de Franco). Cada vez que sufrían una baja, erigían una lápida en el lugar donde había muerto el soldado, siguiendo la tradición militar germánica.
Las lápidas más frecuentes pertenecen a unidades de aviación y defensa antiaérea. Son rectangulares y con los extremos redondeados. En la mayoría de ellas aparece una inscripción con el nombre y dirección del cantero que las realizó: "J. Buzzi / Cádiz, 14 / Zaragoza".
Pastor ha catalogado lápidas alemanas en los locales de Vicus Albus, en el casco urbano de Villanueva del Pardillo, en la subida al puerto de la Cruz Verde (San Lorenzo de El Escorial), en el cementerio de la Almudena, en la Casa de Godoy (Villaviciosa) y otra más en el Museo del Aire de Cuatro Vientos.
Una parte de los monumentos ha sufrido fuertes daños en los últimos tiempos. Hace unos días, unos desconocidos destrozaron el monumento funerario del puerto de la Cruz Verde. Pastor comentó ayer que su destrucción es un hecho lamentable. "Vivimos en una sociedad democrática que no debe olvidar su historia. Destrozarla a martillazos no soluciona nada", se quejó.
El arqueólogo ha descubierto que a los ocupantes de los carros de combate no se les erigía una lápida como a los aviadores, sino bloques irregulares de neis. En su centro se abría una hornacina tallada donde se colocaba una placa de bronce con los símbolos de estas unidades: calavera con tibias cruzadas y un carro de combate en escorzo. Actualmente sólo se conservan intactos los situados en el cementerio de Cubas y en el Museo del Aire de Cuatro Vientos.
Valentín González comenta que en los años cincuenta el Estado español, que conocía la existencia de las lápidas, se interesó por los restos de los alemanes. Reclamó el cuerpo del militar que estaba bajo el monumento de Vicálvaro: "El Gobierno llamó al alcalde de Vicálvaro para que indicase dónde estaban los restos. El alcalde dijo que no lo sabía, pero que creía que habían sido trasladados a Coslada. El alcalde de Coslada dijo que allí no estaban que a lo mejor estaban en Rivas. El de Rivas tampoco supo dar explicaciones, y el caso se archivó. Al final, la lápida, sin cuerpo, quedó abandonada a su suerte. De todas formas, me han contado que durante muchos años siempre tuvo flores".
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