Matemáticas

He leído el artículo publicado en el diario EL PAÍS el pasado 17 de febrero de Ritama Muñoz-Rojas titulado Matemáticas para jóvenes bailarines, observando que lo que apunta la dirección del Conservatorio Profesional de Danza es una falacia, o por lo menos una buena parte de lo que dice; por eso puntualizo lo siguiente:Es muy cierto que los adolescentes estudiantes de danza tienen muy difícil compaginar sus estudios de bachillerato o universidad con las clases de danza, pero que el conservatorio desea facilitar las cosas a estos jóvenes que han de sacar dos títulos a la vez no es cierto, o al menos lo es únicamente para los alumnos oficiales de ese conservatorio.

¿Qué pasa con los alumnos que no tienen esos horarios tan flexibles o reducidos como los que se imparten en ese instituto, estudiando como cualquier otro alumno a tiempo completo y acuden después a sus clases de danza con una jornada de 11 horas diarias, para jugárselo todo en un examen de junio como libres, en una prueba que apenas dura media hora, y el conservatorio suspende reiteradamente? ¿Es que su tiempo y esfuerzo no tiene el mismo valor? ¿Es eso facilitar. las cosas a estos futuros bailarines? ¿0 es que la dirección del conservatorio considera como aptos exclusivamente a los alumnos matriculados en su centro?

¿Por qué esa discriminación con los jóvenes alumnos de danza que por incompatibilidad de horarios en el conservatorio se han visto obligados a acudir a centros de danza privados, a los que no dedican menos horas que los oficiales, y que están obligados a pasar por el conservatorio si quieren obtener un título?

Creo que con esta exposición queda suficientemente aclarada la actitud del conservatorio con muchos jóvenes bailarines que se examinan libres año tras año, que tienen que desplazarse a Madrid de todas las provincias del país si quieren obtener el título con una preparación igual o mejor que la, impartida en los conservatorios.-