La Meca, luna nueva, Chelsie

Estrategas, miembros del Gobierno y periodistas comparten una obsesión por el calendario. La pregunta ya no es si habrá o no acción militar; la pregunta es saber el día y la hora. El Pentágono reconoce que en esa decisión influyen factores no sólo militares. Dejando a un lado la hipótesis de que es el caso Lewinsky lo que gobierna la escalada del conflicto, es más fácil vaticinar qué días pueden ser los más improbables.En primer lugar está el factor luz: si se repite el esquema de la guerra del Golfo, cabe pensar que el ataque será en una noche oscura. El primer bombardeo en enero de 1991 comenzó en una noche de luna nueva. -Según los datos del Observatorio Naval de Estados Unidos, habrá luna nueva sobre el golfo Pérsico el 26 de febrero y el 28 de marzo. Ambas fechas proporcionan una ventana de acción en las dos noches anteriores y posteriores.

Los aviones Stealth que se emplearán en la eliminación de los sistemas antiaéreos son difíciles de detectar en las pantallas de radar, pero son lo suficientemente grandes y negros como para que sean vulnerables durante el día o en las. noches iluminadas por la luna.

El presidente no viaja

El segundo factor de probabilidad es la agenda de Bill Clinton, porque un presidente -dice la tradición y la sensatez- no empieza una guerra cuando está de viaje. Los Clinton estarán fuera entre el 25 de febrero y el 1 de marzo. Esas -fechas se corresponden con el llamado fin de semana de los padres, un puente que muchas familias aprovechan para reunirse. Los Clinton van a Stanford (California) a visitar a su hija Chelsea, que estudia en aquella universidad.Si los estrategas se deciden a atacar en luna nueva, deberá ser en la del 26 de febrero, porque el 28 de marzo, el presidente también está de viaje, y éste es más difícil de cancelar: el día 22 del próximo mes comienza un periplo por África que no termina hasta el 2 de abril.

Otro factor: el tiempo. Los aviones de combate pueden ser certeros en las peores condiciones, pero si algo les afecta son las tormentas de arena, tan habituales en la zona.

A todos estos elementos hay que sumar dos más: por un lado, existe un cierto consenso que hace improbable el comienzo de una guerra durante la celebración de unos Juegos Olímpicos (Nagano); por otro, el Haj -el peregrinaje a La Meca- culmina el 6 y el 7 de abril, pero el viaje hacia los lugares sagrados de Arabia Saudí (país clave en el ataque) comienza el 20 de marzo.

Mezclados todos los ingredientes -eliminadas todas las fechas improbables- sólo unos pocos días quedan libres de cargas. Las apuestas y los rumores si inclinan a pensar que Hillary Clinton viajará sola a visitar a su hija en California.