_
_
_
_
Tribuna:VISTO / OÍDO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Brecht, Stalin y el comunismo

Es el centenario de Brecht y sus antiguos camaradas aprovechan para descalificarle: era comunista cuando Stalin mataba. Y ellos. Brecht escapó de los crímenes de Hitler porque además de comunista era alemán judío: tres abominaciones. Se refugió en Estados Unidos, y Truman arrojó las dos bombas atómicas sobre Japón. Los Estados de este siglo han producido 125 millones de muertos hasta la anterior guerra del Golfo, que sólo añadió 50.000 iraquíes (fuente: Modern Times, Paul Jonhson, Haper Collins, Nueva York). Me siento incómodo cuando se cuentan los crímenes de Stalin. No fueron sólo de él, sino de un sistema, de un poder: de un Estado. Con otro estilo. Nixon mandó arrojar sobre Hanoi en un solo día tantos explosivos convencionales como en toda la guerra mundial. No comparo. Es peor matar a conciudadanos por sus ideologías que a vietnamitas por comunistas, o sea, tan criminales como Stalin. Me siento incómodo porque todavía se asimile Stalin y el Estado soviético al comunismo. Los neofascistas hacen una distinción: cuando quieren perder a alguien le llaman estalinista para asimilarle a un sistema criminal y no a una ideología de liberación. La de Brecht. Su escritura está contra la explotación del hombre por el hombre y por la creación de miseria por el acaparamiento de la riqueza. Ni una sola línea suya es criminal. Su teatro, sus cuentos, sus poemas, tienen una economía de lenguaje que ahorra cualquier palabra que no vaya dirigida a esa liberación. El comunista creía en lo que burlonamente se llama intento de crear el paraíso en la Tierra. Más estúpido es crearlo después de esta vida. Y más criminal: acepta la pobreza como una bienaventuranza hacia el cielo. A veces, con huríes: un gran prostíbulo.Me es grato rendir tributo a Brecht, y a millones de verdaderos comunistas del mundo asesinados por serlo, en el 16 de febrero. En el aniversario de las elecciones españolas de 1936 que ganó el Frente Popular. El nuevo Estado se alzó contra ello, produjo una guerra, y la ganó. Un millón de muertos -según Gironella- para sumar a los crímenes de Estado del siglo. Aun después de la guerra, el Estado mató cincuenta mil personas: comunistas, anarquistas, republicanos, masones "y demás ralea", como escribió Baroja: recordado con más cariño que Brecht. Los historiadores discuten la cifra: serían algunos menos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_