Impuestos y rescates

El pasado lunes 9 de febrero, en el apartado Opinión del Lector, aparece una carta bajo el título 'Rescates' firmada por el señor Jorge de la Torre.El señor De la Torre esgrime su aporte a los impuestos para exigir que los rescates en montaña no sean sufragados con fondos públicos, actuando sólo en caso de catástrofes naturales.

A este señor se le olvida que otros, como yo, que dirijo una empresa de actividades en la naturaleza, este año también hemos pagado impuestos y, con seguridad, en mucha mayor cuantía que él, y esos impuestos sirven, por poner un ejemplo de los muchos que podría presentar, para que cada semana en los estadios haya más de mil profesionales y voluntarios entre policías nacionales, socorristas de la Cruz Roja, Protección Civil o policías municipales que cortan calles expresamente para que aparquen los respetables asistentes; o dirigen el caos circulatorio que producen en su entorno, sin contar el despliegue de camiones para poner o quitar vallas, los policías a caballo, algunos helicópteros, vehículos de todas las fuerzas de seguridad allí concentradas, UVI y ambulancias, servicios especiales de limpieza, etcétera; y todo por el noble deporte que practican unas docenas de señores, puesto que los asistentes son simples mirones, no deportistas.

En franco contraste, cada fin de semana con nuestra empresa hacen deporte más personas que futbolistas hay en los estadios y, sin embargo, no utilizamos ni uno solo de estos servicios.

Antes de realizar estas críticas contra el montañismo u otros deportes similares, debería pensar este señor de dónde salen esos cientos de cabezas rapadas y otros caracteres de gente más cercana al bestialismo que a la humanidad.

Lo que tengo muy claro es lo que me encuentro con mi gente de montaña: camaradería, educación, solidaridad, transigencia, colaboración, respeto... y la personalidad que normalmente se forja en dicho ambiente: fuerte pero serena, arriesgada pero generalmente responsable, emprendedores pero reflexivos...

Señor De la Torre y afines, quizá no les vendría mal respirar algo de aire puro y sano.- Director de Arawak Viajes.