La juez deja en libertad al presunto filmador del vídeo e Pedro J. Ramírez

José María González Sánchez-Cantalejo, presunto filmador del vídeo de contenido sexual del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, negó ayer haber tenido cualquier intervención en la grabación de la cinta por una simple razón física: que el vídeo se filmó desde un armario escobero en el que no cabe debido a su corpulencia. La juez Ana Revuelta decidió, dejarle en libertad sin fianza, aunque con la obligación de presentarse en el juzgado todos los martes, a pesar de que el abogado de Ramírez solicitó su ingreso en prisión. La fiscal pidió la libertad aunque solicitó la imposición de una fianza de 250.000 pesetas, que tampoco fue acordada.

González Sánchez-Cantalejo fue detenido el jueves en su actual domicilio. Por orden de la juez se realizó un registro en la vivienda, en la que se encontró una transcripción del contenido del sumario, así como un fax remitido por uno de los abogados personados en la causa a uno de sus colegas. También se le incautó un escrito en el que bajo el título Estrategias a seguir se detallaba la forma en la que tenía que declarar dependiendo de los declaraciones de otros imputados y testigos. La juez preguntó a Cantalejo quién le había facilitado las copias del sumario y del fax, pero él se negó a responder. La versión que ayer ofreció el presunto filmador del vídeo inculpa directamente a Exuperancia Rapú. Señaló que conoció a la mujer en su discoteca y que después de tener relaciones sexuales ella se jactó de sus vinculaciones con el director de un periódico.

Según esta versión, Exuperancia le planteó que tenía un vídeo sexual con Ramírez y le encargó que negociase para obtener dinero. Cantalejo afirma que se puso en contacto con la gente del Grupo Z, aunque no llegó a ningún acuerdo con ellos. Solo Joaquín Domingo Martorell le pagó cinco millones por hacer una prueba pericial con la grabación. Ahí, precisó, acabó su papel, pues no conoce ni a Rafael Vera ni a José Ramón Goñi Tirapu.