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El Gobierno admite dialogar sobre la propuesta de Ardanza, pero le ve un "futuro difícil"

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, aceptará dialogar con el lehendakari, José Antonio Ardanza, sobre su propuesta de pacificación para el País Vasco y autorizará al presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, a que participe en las sesiones de la llamada "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó esta posición al adelantar, ayer, que el Gobierno "no desprecia ni coloca en el cesto de los papeles ninguna iniciativa procedente de los demócratas" aunque tampoco ocultó que el Ejecutivo mantiene "diferencias con el espíritu" de la iniciativa. Fuentes gubernamentales ven "difícil" el futuro de la propuesta del presidente del Ejecutivo vasco tal y como está formulada.

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El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, cederá al presidente del Gobierno, José María Aznar, el protagonismo en el diálogo sobre la propuesta de pacificación de Ardanza.- Será Aznar, en solitario, quien se entreviste la próxima semana con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, y con el propio lehendakari antes de fin de mes. Hoy mismo, Ardanza inaugura su ronda con los partidos de ámbito estatal con una cena con el líder socialista.El presidente del Gobierno aún no ha expresado públicamente su opinión sobre la propuesta, pero sí permitirá su debate. No sólo al más alto nivel en su encuentro con Ardanza, sino también en el marco del pacto de Ajuria Enea. Aznar autorizará al presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, a que asista a las reuniones en las que se aborde la llamada "segunda fase" del acuerdo antiterrorista.

Reservas del Ejecutivo

Sin embargo, desde el Gobierno se adelantan importantes reservas que no auguran "mucho futuro" a la propuesta tal y como aparece formulada en el documento de Ardanza. Las reticencias nacen, en primer lugar, de la premura con la que se va a desarrollar el diálogo entre los partidos democráticos vascos, unas conversaciones previstas en la primera fase del debate que propone Ardanza. El lehendakari pretende que las bases para el desarrollo del punto 10 del Pacto de Ajuria Enea -que establece la vía dialogada para acabar con el terrorismo- queden sentadas antes de octubre, mes en que abandona la presidencia del Gobierno vasco.Desde el Ejecutivo central se admite el importante papel de árbitro de Ardanza para el buen fin de la operación, pero también se cree que son pocos meses para renovar ese acuerdo y, además, que el debate se verá mediatizado por el clima electoral en Euskadi, cuyos primeros síntomas ya se están viendo estos días con la agudización del enfrentamiento entre el PNV y el Gobierno del PP sobre la política penitenciaria.

También preocupa al Gobierno la propuesta del lehendakari de situar aspectos claves de la lucha antiterrorista, como la política penitenciaria, en el marco del pacto de Ajuria Enea. Desde el Ejecutivo se cree que la política penitenciaria es una competencia irrenunciable del Ministerio del Interior, al margen de que pueda ser consultada o comunicada a los partidos democráticos.

Pero para el Gobierno, el aspecto más delicado de la propuesta de Ardanza es su pretensión de abrir un diálogo político sin límites entre los partidos democráticos vascos, que el Ejecutivo central se verá obligado a asumir. Desde el Gobierno se cree también irrenunciable contar con la opinión de los partidos de ámbito estatal y del propio Ejecutivo si las propuestas o las conclusiones desbordasen el ámbito del Estatuto de Gernika y, por tanto, se plantease la posibilidad de una reforma constitucional.

También existe un escepticismo absoluto sobre la posibilidad de que ETA se animara a dejar las armas por el sólo hecho de que los partidos democráticos abran un debate de profundización del Pacto de Ajuria Enea. En esas condiciones, el Gobierno afirma que mantendrá las líneas básicas de su política antiterrorista: acoso policial, colaboración internacional y presión popular. El presidente del Gobierno insistió ayer en este extremo en un encuentro que mantuvo con el Grupo Parlamentario Popular.

Aznar también reafirmó los principios actuales del Pacto de Ajuria Enea, esto es, que el Gobierno nunca dialogará con los terroristas. Este último aspecto también se defiende en la propuesta del presidente del Ejecutivo vasco.

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