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Incautados 120 kilos de explosivos en París comprados por ETA a una red 'ultra'

ETA era la destinataria de un cargamento de 120 kilos de tolita (trinitotolueno) localizado el pasado jueves por los Reseignements Generaux en la vivienda de Louis Annovazzi, en el distrito 15º de París, según fuentes antiterroristas. Estas sospechan que el explosivo había sido encargado por Philippe Lassalle Astiz, de 47 años, ex chófer del jefe etarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, detenidos ambos en 1992 en Bidart (Francia).

Los Investigadores han llegado a la conclusión de que el potente explosivo fue introducido desde la antigua Yugoslavia por una banda relacionada con la extrema derecha francesa. Uno de sus presuntos integrantes, François Rosset, es miembro del Frente Nacional que dirige Jean Marie Le Pen y en la pasada década fue investigado por sus relaciones con Jean Pierre Cherid, un presunto miembro de los GAL ya fallecido.

Rosset y su esposa, Isabelle Bianchi, fueron detenidos en Briscous, cerca de Bayona. Las sospechas indican que Rosset tenía relación con Lassalle, quien presuntamente le usó como enlace para comprar los explosivos por varios millones de pesetas.

Fugado

Philippe Lassalle, que fue condenado en rebeldía en junio de 1997 a seis años de prisión, estaba en paradero desconocido desde que salió en libertad provisional. Ahora, ante el descubrimiento de su supuesta implicación en la compra de los explosivos, fuentes policiales españolas le sitúan en el aparato de logística de ETA [encargado de suministrar armas, coches y explosivos a los comandos].Además de Annovazzi, Rosset y su esposa, también fue arrestado ayer en Francia un cuarto individuo de origen croata. En los comienzos de la operación, iniciada la semana pasada bajo la supervisión del juez François Pradier, fueron arrestados en Nanterre los policías Patrick Guillermic y Frederic Jamet, vinculados a la extrema derecha, y otro tercer agente lo fue en la isla de la Reunión.

Las autoridades francesas creen estar ante una organización de tráfico de armas y explosivos, con vínculos en Zagreb (Croacia). La red, que se aprovisionaría de este material aprovechando la situación por el conflicto bélico de la antigua Yugoslavia, está también relacionada con la mafia calabresa y otras bandas.

Lassalle ya participó antes de la redada de Bidart en otra operación con el traficante luxemburgués Nicolás Naegelin, el cual fue obligado a devolver a ETA 300.000 dólares que la organización le había pagado por unas armas que nunca recibió.

La tolita suele usarse en pequeñas cantidades para activar y reforzar los artefactos fabricados con amonal. Fuentes policiales suponen que ETA tenía proyectado repartir este "importantísimo cargamento" entre sus comandos. Por otra parte, el fiscal del Tribunal de Apelación de París pidió ayer una dictamen favorable a la extradición presentada por España contra la alemana Petra Elser, de 34 años, acusada de haber apoyado al comando Madrid.

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