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Francia cierra 1997 con un desajuste presupuestario en torno al 3,1% del PIB

El milagro se ha consumado. El déficit público francés de 1997 estará entre el 3% y el 3,1% del producto interior bruto (PIB), según los datos adelantados ayer por el Gobierno de Lionel Jospin. El tope para cumplir el criterio de Maastricht en este apartado es el 3% del PIB.

El déficit francés en 1996 fue del 3,6% y las previsiones del Ejecutivo anterior, dirigido por el conservador Alain Juppé, lo colocaban en el 3,8% en 1997 y en el 4,5% este año, muy lejos de los criterios de convergencia.

Dominique Strauss-Kahn, ministro de Hacienda, presentó ayer al Consejo de Ministros francés este avance, pues el dato definitivo no se conocerá hasta el próximo 27 de marzo.

De él se deduce que la opción adoptada por los socialistas -aumentar el impuesto sobre sociedades e implantar un riguroso control del gasto público del Estado- ha sido mucho más eficaz que la escogida en su día por Juppé de incrementar el IVA.

Además, la inversión no se ha resentido ya que las empresas se habían recapitalizado, y el consumo interior parece estar en condiciones de tomar el relevo de las exportaciones, anterior locomotora de la economía francesa.

Los ingresos fiscales aumentaron un 4,2% respecto al año anterior y los ingresos globales del Estado crecieron un 3,2%. Los gastos globales subieron un 0,9%, en tanto que la inflación lo hizo un 1,2%.

En opinión de la portavoz y ministra de Cultura del Gobierno francés, Catherine Trautmann, es importante "constatar que hay un control del gasto al mismo tiempo que el Estado lo reorienta de acuerdo con prioridades de orden social".

Tras conocer los datos, el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, manifestó que "pueden respetarse las proyecciones de un crecimiento del 3% para este año", a pesar de los posibles efectos negativos de la crisis asiática.

El ministro alemán de Finanzas, Theo Waigel, prefirió no comentar el dato de déficit francés. No obstante, subrayó que los países que accedan al euro deberán demostrar su capacidad para cumplir los criterios de convergencia también en 1998 y 1999.

Por otra parte, la tasa interanual de inflación en Alemania se redujo en enero hasta el 1,3%. En el primer mes del año, los precios alemanes no variaron. Este dato es el mejor de los registrados en Alemania en un mes de enero desde 1991. La Oficina Federal de Estadísticas aseguró que el descenso se debió a la caída del precio del petróleo.

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