La policía sospecha que el IRA es autor de dos recientes atentados

El Sinn Fein puede ser expulsado de las negociaciones políticas sobre Irlanda del Norte de confirmarse la participación de su rama militar, el IRA, en dos nuevos asesinatos. La primera víctima, un presunto traficante de drogas, fue abatido a tiros al salir de un restaurante de Belfast la noche del lunes. Una mujer que le acompañaba resultó gravemente herida y ayer permanecía hospitalizada. El segundo atentado mortal, contra un "conocido lealista", según fuentes norirlandesas, tuvo lugar ayer a las afueras de la capital. Ninguna organización se responsabilizó inmediatamente de ambas acciones que las fuerzas de seguridad relacionan con sectores armados republicanos. Tres miembros del IRA fueron interrogados ayer por la policía.

El atentado contra Brendan Campbell Podría ser obra de Acción Directa contra Las Drogas, bandera que el IRA ha utilizado en el pasado. Durante su anterior alto el fuego, este grupo se responsabilizó de ocho asesinatos. La policía, además, lo identificó el mes pasado como responsable de un atentado frustrado contra la misma persona. En esa ocasión, Campbell escapó a la muerte debido a que llevaba un chaleco antibalas. A la segunda víctima, Robert Dougan, se le asocia con un reconocido lealista que murió en enero en una acción del INLA, una pequeña organización republicana escindida del IRA. El INLA aseguró no tener relación con los dos crímenes.

De confirmarse la implicación del IRA, sus portavoces políticos serán expulsados de la negociación. Así ocurrió con el Partido Democrático del Ulster (UDP), que dirige Gary McMichael y que representa a los lealistas de Combatientes por la Libertad del Ulster (UFF) en la mesa de Stormont. Sin embargo, la expulsión del UDP sólo tuvo lugar una vez que el UFF admitió su participación en varios atentados. Tres miembros del IRA fueron interrogados ayer por la policía. Durante la tregua de 1994, el IRA nunca admitió su relación con las acciones armadas de ningún grupo republicano. A falta de pruebas, de su silencio depende la continuidad del Sinn Fein en las negociaciones que se acercan a su etapa final.