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La policía carece de pruebas sobre el asesinato del prefecto de Córcega

No hay rastros de pólvora en las manos, en los rostros, en las ropas de los dos jóvenes corsos de origen marroquí, naturales de Ajaccio, detenidos como sospechosos de haber participado en el asesinato del prefecto de Córcega, Claude Erignac, la máxima autoridad francesa en la isla. Tampoco el análisis dactilar de la pistola Beretta de 9 milímetros abandonada por los asesinos en su huida permite conocer la identidad del individuo que la empuñó el viernes por la noche en Ajaccio.A falta de una reinvindicación segura, el único dato sólido sigue siendo que esa arma pertenecía a los gendarmes que en septiembre último, en Pietrosella (sur de Córcega), fueron desarmados y secuestrados durante unas horas por cinco encapuchados. El enigma sobre la autoría y el móvil de este atentado persiste, pues, a la espera de nuevas pesquisas y análisis, preferentemente el de un Golf blanco utilizado supuestamente por los criminales.

La imposibilidad de determinar si ha sido un crimen exclusivamente mafioso o un atentado terrorista a cargo de un nuevo grupo surgido del espectro nacionalista corso contribuyó ayer al discurso que asimila ambas alternativas, sin mayores matices. Hay un infinito cansancio de Córcega en las reacciones de los dirigentes políticos, de los comentaristas, de la propia sociedad francesa, una turbia imagen de esa isla que ha ido construyéndose no sólo con la violencia terrorista, sino también con los sobornos, las venganzas, la prevaricación, el miedo, el fraude y la corrupción.

Algunos de los representantes nacionalistas corsos que han condenado el asesinado coincidieron ayer con dirigentes de los grandes partidos franceses en la tesis, expuesta en septiembre en un informe de la Inspección de Finanzas, de que "el Estado de derecho no existe verdaderamente en Córcega". La Mafia está sólidamente instalada en la isla y sus actividades parecen a veces confundirse con los grupúsculos armados nacionalistas, sin que, según el diputado corso y alcalde de Bastia, Emile Zuccarelli, "la policía y la justicia hayan hecho algo en estos últimos veinte años".

Intereses económicos

El ministro del Interior francés, Jean Pierre Chevénement, lo expresó abiertamente: "Aunque hay otras pistas, podemos pensar que detrás de este asesinato hay determinados intereses económicos".Sean cuales sean los autores y responsables de la muerte de la más alta autoridad de la Administración en Córcega, la respuesta al desafío lanzado va a ser la de la firmeza.

El presidente de la República, Jacques Chirac, y el primer ministro, Lionel Jospin, encabezarán hoy el homenaje a Erignac en una jornada en la que la población corsa ha sido convocada a un paro de 15 minutos. El cuerpo del prefecto fue trasladado ayer a Montbrun, su población natal.

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