Sevilla se echa a la calle para condenar en silencio los asesinatos de ETA

La movilización popular para expresar la repulsa por los asesinatos de la banda terrorista ETA fue ayer general en toda España, pero cobró especial relieve en Sevilla y Bilbao. Medio millón de personas, según la policía local, recorrieron en silencio el centro de la capital andaluza. Otras 100.000 personas, según la Policía Autónoma vasca, lo hacían en la capital vizcaína. En ambos casos los representantes de todas las fuerzas políticas y sociales coincidieron en llamar a la unidad contra el terrorismo. La manifestación de Sevilla se desarrolló por la tarde, después del funeral celebrado por la mañana en la catedral por el concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García Ortiz, asesinados en la madrugada del viernes por ETA de sendos tiros en la nuca. Al acto religioso asistieron los duques de Lugo en representación de la Casa del Rey; el presidente del Gobierno, José María Aznar, y ocho ministros. Los esposos fueron enterrados en la intimidad. Poco después, la tragedia se cebaba de nuevo en la familia: una tía materna del concejal asesinado moría en accidente de tráfico cuando regresaba de Sevilla a su domicilio en Alicante. La inmensa multitud que concurrió a la manifestación en Sevilla pasó junto al lugar en el que el concejal y su esposa fueron abatidos por los asesinos. La alcaldesa, Soledad Becerril, cerró la marcha desde el balcón del consistorio y pidió la unidad de los partidos "para vencer al odio y a la violencia". La edil insistió entre los aplausos de la multitud: "Los que estamos aquí y los que se nos unen desde toda España somos mucho más fuertes y valientes, y lucharemos para que la libertad y la paz venzan sobre las pistolas de unos pocos". Cientos de ayuntamientos de toda España también se movilizaron ayer y celebraron pleno extraordinario para condenar los asesinatos de ETA. Mientras, las investigaciones policiales sobre el atentado indican que la pistola con que fueron asesinados el concejal y su esposa no fue utilizada hasta ahora; la policía sospecha de algún antiguo miembro del comando Madrid.