El congreso del Tercer Milenio alerta contra la desinformación
Elaborado en Valencia el borrador de la declaración de los deberes humanos
La procedencia de diversos países de los más de 60 participantes del congreso Responsabilidad y Deberes Humanos en el Tercer Milenio, que ayer finalizó en Valencia, se ha dejado sentir en lasconclusiones destinadas a ser el primer borrador de declaraciónde los deberes humanos. Entre las ideas plasmadas destacan lareivindicación de la tolerancia; las críticas al poder uniformador de la globalización y a la falta de responsables que asuman la acción devastadora del capitalismo; o la advertencia de que la desinformación puede poner en peligro la democracia.
Tras condenar el último atentado de ETA, los juristas, filósofos, políticos e intelectuales de todo el mundo participantes en el encuentro -organizado por el Ayuntamiento de Valencia y patrocinado por la Unesco -advirtieron ayer de que la desinformación es una amenaza para las democracias tan grave como la desigual distribución de la riqueza. La desinformación se produce por la cada vez mayor importancia de los medios de comunicación. "Antes se hablaba del peligro de las multinacionales; un peligro similar se da hoy en día con los medios de comunicación", señala una de las conclusiones; otra abunda en el tema al constatar que se "suele confundir la información con la información descontextualizada, cuando el pluralismo debe darse a través de la multiplicación de las fuentes".Presidido por el ex fiscal del Tribunal Criminal Internacional para la ex Yugoslavia, Richard Goldstone, el congreso ha generado en reuniones a puerta cerrada un buen número de conclusiones, muchas de ellas bienintencionadas pero quizá excesivamente vagas o cargadas de generalidades. De todas formas, el propósito del encuentro era reunir a una serie de expertos internacionales con el fin de ir delimitando el campo de trabajo de los dos próximos encuentros que se celebrarán en Valencia en abril y octubre para entregar en diciembre al secretario general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, una propuesta de declaración de las responsabilidades y deberes humanos, cuya intención es completar ya en el próximo siglo la Declaración de los Derechos Humanos.
Más concreta fue la intervención del enérgico alcalde de Palermo, Leolucca Orlando, quien reclamó en la jornada inaugural un papel crucial para las ciudades en el nuevo orden internacional. Las ciudades no "tienen ejércitos ni divisas", y por tanto pueden ser modelos próximos de tolerancia y convivencia para "alcanzar la paz" y el derecho a vivir donde uno quiera, dijo con vehemencia el alcalde, muy popular a raíz de su tenaz lucha contra la mafia. A las exclusiones, los exilios, los destierros y las inmigraciones masivas se refirió ayer el filósofo Fernando Savater en la conferencia de clausura del congreso. Estos fenómenos que marcan el fin de siglo pueden encontrar una vía de solución a través de la "ética común de hospitalidad", según señaló Savater citando a Jacques Derrida. Una ética que consistiría en "dar el paso desde la hospitalidad del 'nosotros', entendida como 'no-a-otros', según Xavier Rubert de Ventós, a la hospitalidad de un 'nosotros' sin requisitos previos ni exclusiones, un nosotros al que nada humano le resulte ajeno", concluyó Savater. El congreso se, clausuró con la mesa redonda Hacia un Tribunal Internacional Permanente de Justicia Criminal, cuestión sobre la ha manifestado especial interés el presidente del encuentro, Goldstone.
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